Publicado en reflexión, relato, Sin categoría

Los cobardes siempre solemos perder las primeras batallas


Me acuerdo de mis tiempos de escuela, en el siglo pasado por supuesto, cuando las desavenencias se zanjaban en una pelea.

Yo no era, precisamente, beligerante, sino todo lo contrario, totalmente consecuente, con mi cobardía. Pero no siempre conseguía librarme, y bien a puños o llaves, como decíamos antes, me veía recibiendo golpes, inmovilizado; o, en el mejor de los casos, interrumpido y declarando nulo el combate, aunque mis magulladuras me señalaran como claro perdedor.

Una vez derrotado, ya eres ese pan comido donde tus oponentes no dudan en acosarte, buscando repetir su hazaña. No cuentan que tu hayas aprendido la lección, ni que sepas como duele su pegada, o como estar sin respiración con su llave favorita. Y menos se esperan que tu cobardía carezca de miedo alguno.

Ahora estamos preparados, esperando tranquilamente que llegue nuestro momento, contando con la voluntad de quien no quiere volver a recibir un castigo innecesario Sabedores que ya no les será tan fácil doblegarnos ni, mucho menos, humillarnos.

Ya estamos en el patio, y tendremos que pelear a puños o llaves con nuestro anterior verdugo, plenamente convencido de revalidar su triunfo. Lo dicho, entre la sorpresa de nuestra reacción y el coraje de quien nada tiene que perder, salimos justos vencedores después del acoso recibido y de tantas burlas encajadas.

Lo mejor de todo esto es que no solía haber un, decisivo, tercer enfrentamiento; nuestra victoria les resultaba tan apabullante, que ellos mismos se cuidaban de buscarlo, e incluso, acabáramos siendo amigos.

Son historietas del siglo pasado, con unos conceptos de honor o valentía que posiblemente no tienen nada que ver con los actuales; Pero, para quienes lo padecimos, siguen estando vigentes.

Autor:

La imaginación nos brinda todo aquello la vida nos pueda negar y más...

2 comentarios sobre “Los cobardes siempre solemos perder las primeras batallas

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.