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FUERA DEL CONCURSO DE RELATOS, XXVIII Edición: LA GUERRA DE LOS MUNDOS de H.G. WELLS (V)


Los del otro lado

Todos en alguna noche estrellada al contemplar ese cielo tan iluminado, seguramente hemos buscado algún OVNI camuflado entre esos miles de puntos luminosos; yo al menos sí aunque nunca haya sido así.

Siempre hemos considerado que las invasiones alienígenas vendrían del espacio o, en algunos casos, que ya estaban aquí latentes en el fondo marino o escondidos en el interior de la tierra esperando el momento oportuno.

Bueno, también están los portales dimensionales a otros mundos ya sean paralelos o no, Y es aquí donde empieza esta historia de invasión sin abducciones, simplemente por sustituciones.

Cuando me me desperté esa mañana tenía la cabeza cargada fruto de una resaca monumental, pero la noche anterior no había tomado ni una sola copa o pastilla alguna para mi insomnio crónico.

Eso no era lo único raro, cuando me levanté a tomar algo para paliar este malestar mi casa relucía, ni una mota de polvo y todo bien ordenado, hasta mis papeles en sus carpetas guardados.

A ver, yo no soy un desastre pero sí muy descuidado y lo encuentro todo en mitad de un casi caótico desorden. Lo se, no es algo muy adecuado, pero viviendo solo me paso los formalismos por ese mismo sitio.

Mi injustificada jaqueca, la escrupulosa limpieza, y orden casi enfermizo de las cosas de casa, me tenían perplejo; tanto que pensé que era un sueño y me acabaría despertando para volver a ser yo y mi desorden habitual.

Pues no fue así y, en vez de darle más vueltas al tema, proseguí con mi rutina habitual a pesar de mi malestar saliendo a la calle. Al llegar a la avenida principal todo estaba igual, edificios, escaparates, gente andando y coches circulando, pero no había ni un triste papel por el suelo o un solo cristal sin limpiar.

Era como si mi casa y mi entorno vecinal fueran una versión depurada y limpia de como hasta entonces yo los había conocido. Al entrar en el café el camarero me saludó como siempre y, sin necesidad de pedir nada, me sirvió mi desayuno habitual como cada día.

Al llegar al parque más de lo mismo, orden y limpieza total, hasta las hojas caídas de los árboles estaban en montoncitos apiladas. Ayer mismo recuerdo todo más natural y acorde con la estación del año, teniendo tu mismo que quitar las hojas de cualquiera de los bancos para sentarte.

Afortunadamente, a medida que iba pasando el día, mi dolor de cabeza se fue pasando y llegada la cena ya ni siquiera era una molestia. Por otra parte cada vez que cogía algo, solo por el hecho estar tan ordenado, después lo volvía a su sitio.

Esa noche no podía dormir, le estaba dando vueltas a todos esos cambios que había percibido casi alucinando, y no me quedó más remedio que tomar mi pastilla para poder conciliar el sueño.

Al día siguiente y los posteriores me he seguido despertando en mi ordenada y reluciente casa. Así que he llegado a pensar que, mi vida de escasa limpieza doméstica y orden nulo, eran la pesadilla y no esta reluciente realidad.

Hoy desayunando se me ha acercado una mujer que me resultaba bastante familiar. Nos conocíamos de vista como clientes de la cafetería y cruzarnos por la calle, pero nunca nos habíamos hablado hasta ahora.

—¿Tú no eres de aquí, verdad? Lo se porque te has manchado la camisa con café y no solo no te has limpiado sino que siquiera te has enterado.

Me quedé estupefacto tanto por su forma de romper el hielo, tenía más aspecto de mujer tímida y recatada que de una loca de atar. Y más extrañado aún porque reconociera mis despistes y evidente dejadez.

—Pues tú, si tienes aspecto de mujer limpia y bien arreglada, para nada desentonas salvo por un poco de mermelada en tu manga.

—Gracias, a lo mejor por eso me han traído a este mundo, pero si todos aquí son así me volvería loca. Sin un poco de suciedad y desorden la perfección, te doy mi palabra, es un puto aburrimiento.

Al final lo comprendí todo. Ella y yo estábamos predestinados, pero necesitábamos cambiar de mundo. Nuestras versiones pulcras aquí, igualmente, tampoco tenían futuro al estar en un entorno completamente afín. Pero, en el mundo guarro, ellos se reconocerían desde el primer momento; como nosotros, lo hicimos, en este tan limpio y cuidado.


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La imaginación nos brinda todo aquello la vida nos pueda negar y más...

12 comentarios sobre “FUERA DEL CONCURSO DE RELATOS, XXVIII Edición: LA GUERRA DE LOS MUNDOS de H.G. WELLS (V)

  1. Y a mi que me recuerda tanta pulcritud y orden a mi señora madre. Una casa, oficina, o lugar ab-so-lu-ta-men-te ordenado carece de vida.
    Los ¿seis…? relatos que has aportado son diferentes, lo que habla de tu versatilidad dentro del género propuesto. ¡Qué envidia JM!…, con lo que me costó hacer uno, un solo relato de marcianitos.
    Más saludos.

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    1. Hola, Isabel. Hay personas muy estrictas con eso, yo no lo soy ni con la imaginación si quiere bien y si no que me den 😁
      Me pareció interesante plasmar un mundo paralelo perfecto donde una pareja ideal no puede conectar y sus equivalentes en el mundo real. Sí los intercambiamos tendrán justificación y motivo para aliarse en ese nuevo entorno. Creo que en la vida real pasa, hay facetas que no dan juego en un entorno pero en otro todo lo contrario.
      Gracias por leerme y comentar. Saludos 🖐🏻

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  2. ¡Genial!
    Como dice Marlen, este sí que es un cuento de terror terrorífico en un mundo horroroso. Si yo me encuentro tanto orden y pulcritud salgo gritando hasta el infinito y más allá.
    Yo vivo en el orden de mis desorden y no vivo solo, ya te puedes imaginar las bullas con mi mujé. Pero es mi territorio, mi cuarto, mi corrá y ahí como se mueva un libro o un papel tengo que pegarle visita al psiquiatra. 😂
    Me imagino a esos protagonistas uniendose a un grupo rebelde de «No Perfectos» para devolverle al mundo su naturaleza arbitraria. 😝
    A propósito, no te lo comenté, pero fitetú las casualidades de nuestros destinos literarios. Estoy leyendo tus variaciones sobre estas invasiones alienígenas y me regalaron por mi cumple el libro EL FIN DE LA INFANCIA de Arthur C. Clarke, que curiosamente trata de este mismo tema. Y es una invasión pacífica y reeducativa. Me he puesto a leerla del tirón, porque eres un profeta. 😜👍🏼
    Abrazo 🍻🍻🍻🍻🍻

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    1. Pues sí, JA. El orden perfecto está bien de visita, pero todos los días igual puede ser una prisión, para los que somos más descuidados y desordenados, por muy pulcra y reluciente que esté.
      En la calle tanto los del mundo real como los del ideal pasarán desapercibidos, pero en su casa unos la tendrán inmaculada y los otros manga por hombro para poder soportarlo.
      Me alegro de que hayan acertado con el libro regalado, yo para leer soy de lo más perezoso. Ahora que siendo de CiFi y coincida con alguna de mis hotorietas de este mes tampoco es tan raro, con la del concurso y las de fuera ya llevo diez invasiones más la abducción del VadeReto 😂😂👽🖖🏼🍻🍻🍻

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  3. ¡Hola, JM! Sin duda, nada puede aterrar más que un mundo perfecto. Carente de espontaneidad, de imprevisión es un mundo condenado al estancamiento. Un relato que nos presenta a seres extradimensionales, algo que está muy de moda últimamente. Con el desarrollo espacial, nos hemos dado cuenta que nada hay vivo en nuestro vecindario y el multiverso parece ser el nuevo refugio de donde proceden los OVNIs. Un abrazo!

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    1. Hola, David. Sí, lo de cambiar de dimensión o pasar de un mundo paralelo a otro es algo que yo creo que, al menos, en sueños hacemos. No se como seria despertar y encontrarme en una realidad parecida, pero no igual con matices tan alarmantes como los del relato. Hay días que los déjà vu hacen acto de presencia y nos crean inquietud. Saludos 🌍🖖🏼

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