Los recuerdos
Como un ojo que todo lo puede ver y selecciona solo aquello que desea contemplar fue mi postrero superpoder. Las imágenes se sucedían como un collage por orden de importancia no cronológicamente, repitiéndose con nuevos planos las más relevantes.
Mi tiovivo musical no podía faltar, fue mi primer juguete y me pasé infinidad de horas escuchando su pegadiza melodía como banda sonora a mis juegos infantiles. Cuando su cuerda se acabó rompiendo, al mirarlo, me imaginaba su melodía.
La vieja máquina de escribir, saldo de un almacén embargado, con su característico martilleo. Tantos años de uso con tan sonoros recuerdos.
100 palabras