
El tesoro no siempre está en la X

Sabía que esa vieja carta de navegación con una «X» en un islote, a modo de Isla del Tesoro, lo mismo que los 1770 pasos en diversas direcciones según La constelación de Leo era un timo del anticuario que me la vendió.
De lo que el viejo estafador no se percató es que yo al documento le pasé mi linterna ultravioleta (hay mucho billete falso en circulación) descubriendo el verdadero y valioso mensaje oculto.
Con una goma de borrar para quitar las anotaciones del tesoro y una plancha caliente apareció la última carta manuscrita y secreta de un tal Nelson.
(100 palabras)
Corro a comprarme mi linterna ultravioleta. ¡Uno nunca sabe cuándo la puede necesitar!
Además, hoy justamente tengo que pasar por mi anticuario preferido.
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Y, aunque ya haya salido el desafío de octubre, siempre es una pasada leer lo que has creado, JM. Me encanta tu micro, cómo usas de forma aparentamente sencilla todos los elementos y creas esta historia tan chulo. Muy buen trabajo. Muchas gracias por tu aporte al desafío de septiembre. Te espero a finales de mes 😉 Un abrazo.
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