
Plan de fuga

A las 19:15, entré sigiloso en la cocina, en una bolsa metí un brick de leche y dos sandwiches improvisados; serían mis vituallas durante la huida. Fui raudo a la verja sur para esconderlo, entre los arbustos, junto a mi vara de avellano de la suerte.
Después del último recuento, me descolgué por la ventana (que ya había trucado) a rescatar mis cosas de la verja. Con el palo al hombro, y la bolsa de comida a modo de hatillo, me alejé sonriendo del manicomio. Mi viejo reloj de bolsillo (sin agujas), y las estrellas, señalizarán ahora mi destino.
(100 palabras)
Hola, JM.
No sabe el pobre loco que en su huida se va a meter en un Manicomio todavía más grande y peligroso. 😉
Un Abrazo y 🍺🍺🍺🍺
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Buena huída del manicomio. Me gusta el uso que das al año (además del brick). El hatillo le durará poco, porque no sabe que el reloj sin agujas tiene más horas que uno con ellas. Jeje
Buena aportación al desafío del mes de junio.
Un abrazo.
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Me gustaría que los del manicomio y la policía no consiguieran atraparle poco después de haber escapado. A partir de ahí, podría hacerse olvidar y dar comienzo a su nueva vida. Seguro que no estaba tan loco como para tener que permanecer internado.
Buen trabajo.
Un abrazo.
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