Cinco líneas
—No sabría por dónde empezar jefe. —Y dicho esto, pido una copa y me siento en un taburete de la barra. Sí, cada vez que algo se me trastoca, necesito parar un momento para reflexionar y tratar de reencauzar el conflicto. Con tanta práctica, soy muy reincidente, me he dado cuenta de que con una buena cerveza delante en la barra de un bar suelo mejor razonar. No es propaganda alcohólica, con bebidas más fuertes solo he obtenido parejas resacas.
—Vale, este año hago de reno de Santa.