Cinco líneas
Cuando estoy en mis cosas metido de lleno, aparte de que únicamente sé hacer una cosa medianamente bien a la vez, hablarme es una pérdida de tiempo porque salvo por algún monosílabo, muecas indescifrables, o medio gruñidos no se puede sacar más comunicación verbal conmigo; en esos momentos.
La gente que ya me conoce lo sabe y, si acaso, me saludan para comprobar que mi enfrascamiento no es que me haya dado algo y quedado tieso. La verdad es que yo lo exagero por mi timidez, chisss.