Yo suelo decir, medio en broma medio en serio, que si fuera rencoroso hace tiempo que habría dejado de hablarme. No creo que nadie en su vida, se admiten excepciones, haya metido la pata, por error u omisión contra su propia persona, hasta cuando menos la cintura. Lo normal en estos casos es pasar, desde un rato hasta igual días o incluso semanas, dándole vueltas a la auto picia; curiosamente, con el transcurso del tiempo la culpa y/o malestar se va desvaneciendo y acabamos terminando tan amigos con nosotros mismos.
Así que cuando alguien actúa con rencor e incluso se jacta de ello me parece, cuando menos, poco objetivo e incoherente en su forma de actuar y Ser. No hace falta ir de santos, simplemente, como seres humanos.
Los sentimientos, que no ocupan lugar, suelen ser repudiados por el rencor.