Hay películas, episodios televisivos y cortometrajes; si, en función del guión, no escogemos bien el formato el resultado pasará factura. En The Visit, a mi modo de ver, un cuento o narración breve, se estirado más de la cuenta; diluyendo un inquietante cortometraje o, a un más que digno episodio de terror, en un largometraje con rellenos que sólo aportan perdida de ritmo y, a la larga, aburrimiento esperando el desenlace.
Otro factor que puede llegar a cansar es ver la acción desde el objetivo de la cámara de los niños protagonistas y su constante recreación. Puede ser original e innovador pero acaba restando relieve a la acción.
Lo único que le da algo de punch a la proyección es ver las extravagancias de los abuelos que, paradójicamente, le dan consistencia a la trama con sus locuras, siendo bien convincentes.