«El último acto» by Ana Centellas (final alternativo)

Final alternativo del relato original de Ana Centellas «El último acto«

En otro mundo paralelo también se estaba representado la actuación de Natasha y Álex:

«…Natasha debía caer en brazos de Álex para poner el broche final a la actuación. A punto estaba de hacerlo cuando el chico, por sorpresa, deslizó de debajo de su maillot negro un objeto metálico que emitió reflejos deslumbrantes en todas direcciones bajo el gran foco de luz que iluminaba en exclusiva a los bailarines, sumiendo en tinieblas el resto del escenario.»

El brillo de las facetas del anillo se reflejó por toda la sala. La sorpresa fue maxima, incluso Natasha al cerrar el ballet con el beso final, tenia la mirada hipnotizada por esa pequeña fuente de luz que llenaba el escenario al compás del reflejo de los focos. Los meses de distanciamiento personal, que parecían insalvables, se habían volcado en el aspecto profesional, para despedir la temporada en lo más alto de sus respectivas carreras.

En el camerino Natasha, repleto de ramos de flores como premio a su expendida actuación, Álex explico ese pequeño cambio en su número final:

—Se que rompiste conmigo porque pensabas que, todas las noches que salia después de los ensayos de la tarde y por la noche al acabar la función, era para verme con mi amante. —Comenzó así el bailarín su confesión.

Sin quitarle los ojos de encima y tomando aíre siguió Álex con su declaración. —Nada más lejos de la realidad, visitaba todas las consultas de traumatólogos y curanderos para encontrar uno que me diera solución a mi pobre rodilla. Mi humor, así como mis malsonantes respuestas, eran por mi desesperación no porque me hubiese cansado de ti, sino que no podría volver a ser tu pareja. Ahora, ya tengo todos los resultados y ninguno es diferente, puedo hacer vida normal pero debo dejar el ballet. He tardado meses en darme cuenta que tú eras más importante que mi truncada carrera, y aunque no pueda volver a cogerte en aire, sí podre llevarte del brazo si todavía me quieres.

Natasha, con sus brillantes ojos humedecidos por la sincera declaración de Álex, asintió sin decir palabra alguna, no hacía falta. Y juntos del brazo salieron a celebrar su auténtico éxito.