Micro cuento de Navidad III

La venganza de los duendes

Como pequeñas sombras de la noche, los duendecillos enmascarados fueron regresando a sus guaridas con la misión cumplida. Habían preparado a conciencia todo el plan para que su ejecución, en la Noche de Reyes, no hubiera fallo ni imprevisto alguno.

La sección activista para salvar tradiciones de los duendes estudia la evolución de los niños a la hora de jugar. En los últimos años la alarma saltó cuando la Realidad Virtual de los juegos y los Efectos Especiales de las películas estaban haciendo desaparecer la imaginación de los niños.

Así que este año, los pequeños seres fantásticos, decidieron tomar cartas en el asunto para equilibrar la balanza. En la Noche de Reyes sabotearían todos los juguetes tecnológicos que limitaran la imaginación y la fantasía de sus destinatarios.

Este seis de enero las plazas, jardines y paseos estuvieron rebosantes de niños y niñas corriendo y jugando en la calle como hacia muchos años que no se había visto. Los duendecillos, escondidos fuera de la vista de los humanos, celebraban el éxito de plan mirando con sus ojillos traviesos.

Epílogo

Ese siete de enero las tiendas se colapsaron con las devoluciones de todos los juguetes tecnológicos que no habían funcionado ni un solo día. Las consolas de juegos saboteadas se apilaban de tal manera que los fabricantes optaron por reciclarlas directamente.

La causa real de esta debacle, del hasta ahora tan rentable mercado de juguetes tecnológicos, nunca se llegó a conocer. La imaginación y la fantasía estaba fuera, de las privilegiadas mentes de sus ejecutivos, para pensar en los duendes.

La vuelta a los juguetes tradicionales, para los más pequeños, fue la solución a la que llegaron, con un acuerdo unánime, todas las empresas del sector. Otro año con semejantes pérdidas y se acabaría el negocio. Más vale la mitad de algo que el todo de nada.

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