Comienzo de la historia de este mes:
«Era una noche tan fría que hasta los árboles tiritaban. Ningún animal se atrevía a salir de su guarida y las blancas calles dormían totalmente desiertas. Las chimeneas escupían convulsivamente las sobras de las casas y los cristales empañados de las ventanas impedían ver el interior de las familias.
»Esa noche tenía un trabajo que realizar y nada ni nadie en el mundo me impediría ejercer mi encargo. Tal vez fuera la última vez en mi vida, pero, ni el clima más despiadado ni el deseo por el calor de mi dulce hogar me harían desistir en mi cometido.
»Volví a comprobar mi puñal, la cuerda y mi ansiedad, y sin más demora, me adentré en el pueblo…»
…Llegué al callejón del lobo, que como mi decisión, no tenía salida y en su boca también yo estaba. La luz de la farola seguía fundida como la noche anterior y todo el invierno pasado. Con sigilo me acerqué a la tapia que cerraba el paso natural de la calzada. Allí, justo al otro lado de mi destino, la ansiedad me hacía respirar más agitadamente.
Con la afilada punta de mi puñal de supervivencia, made in el Rastro, fui quitando, poco a poco, la madera en torno a una de las hembrillas que un tosco candado apresaba. La vieja madera del marco de la portilla no presentaba mucha resistencia a mi afilada saeta. Al otro lado del muro, en el patio, estaba mi objetivo.
A pesar de mi ahínco necesité más de una eterna hora para liberar una de las hembrillas y poder abrir la vieja puerta de madera. Ya al otro lado, las cajas de bebida se apilaban llenando casi por completo el patio del Bar de Paco, alias el gran gruñón.
Otra larga hora estuve moviendo las jaulas de botellas para despejar la esquina del patio que con luz, la farola alumbraría. Ya estaba cerca de mi meta y esa oscura y fría noche no me echaría a perder el triunfo tan próximo ya.
Saqué de la pared los dos medio ladrillos sueltos que servían para tapar el escondite donde de críos escondíamos nuestros tesoros. Allá, en el siglo pasado, cuando en vez de la alta tapia había un simple verja y toda la chavaleria del barrio nos reuníamos allí a jugar.
Cuando llegó Paco el gruñón y se hizo cargo del bajo para poner el bar también hizo lo propio con el patio trasero alegando que lo tenía escriturado. Desde ese momento nuestro sitio de esparcimiento quedó precintado y no pudimos ni recoger nuestra lata de los tesoros.
Navidad es el único día del año que se cierra el bar más que nada porque la hermana de Paco y su cuñado viven a docientos kilómetros. Y, claro, ellos tienen un hotelito rural que no pueden cerrar. Así que el tabernero en Nochebuena a media tarde ya se marcha para poder cenar en familia.
Ya tenía en mis manos la vieja lata de galletas. No me resistí a abrirla y ver el estado de nuestros casi olvidados tesoros. Sí allí estaban; un viejo peluche imitando un cordero navideño, aquel que Luis le escondió a Tina para hacerla rabiar, y ahora resulta que es su mujer; medio cabo de vela, que usábamos cuando anochecía, para alumbrarnos y de paso encender algún cigarrillo robado; las dos monedas indias que no debían valer mucho pero se las trajo a Juan su hermano el marinero.

Imagen de Alexas Fotos (Pixabay)

Imagen de Myriam Zilles (Pixabay)

Imagen de Devanath (Pixabay)
Ya solo me faltaba una cosa, preparar la venganza. Yo era el único que había seguido en el barrio y en el pueblo, los mencionados y los demás, todos ellos ya vivían fuera; algunos bien lejos. Para la cena de fin de año, que nos juntamos todos en la capital, llevaré la caja de los tesoros y las fotos de esta fría venganza que ha necesitado casi treinta años.
Dispuse la cuerda que llevaba bien sujeta y tensa de la puerta trasera del bar. El otro extremo esta atado a una estaca que, a modo de cuña, retenía unas viejas barricas de vino. Entre medias varias pilas de cajas de botellas, puestas en equilibrio, esperando ser abatidas como bolos.
La noche había sido larga y trabajada, las primeras luces me avisaban que ya tenía que abandonar mi añorado patio de juegos. Aproveché la leve claridad para echar las fotos al montaje de mi sonora broma. Este año Paco el gruñón puso en el bar que volvía el veintiocho, de ahí la idea de convertir esta tardía venganza en sonora inocentada.
Los críos de este barrio y no excluyo a la niñas, todos, eramos algo cabroncetes y retorcidos; pero para nada rencorosos.
Me encanta JM.
Es una historia sencilla, pero con mucho mensaje.
El paso de los años, la nostalgia por las reuniones y los juegos, cuando se es niño y, lo más importante, esos pequeños recuerdos que nos transportan en el tiempo para volver a revivir aquellos momentos mágicos. Me ha gustado mucho el modo en el que has convertido los elementos del reto en auténticos tesoros. Enhorabuena.
Muchísimas gracias por participar en el VadeReto.
Espero poder seguir disfrutando de tus geniales historias.
Felicidades por el relato, Felices Fiestas y que el 2020 sea productivo, generoso y nos llene de salud, que siempre hace falta.
Un Abrazo.
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Pues muchas gracias a ti por el reto Jasc. Lo descubrí por Lídia y espero seguir repitiendo. Me alegro de que te haya gustado la historia, ya tengo el blog fichado y no se me escapará para los siguientes retos si la imaginación no me deja tirado.
Pues lo mismo FF y un 2020 con salud y también buen humor que eso ayuda siempre.
Saludos 🥂🖐
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Muy bueno. Deberías recopilar todas las historias que publicas, y las que quedan en el tintero en un libro. Ya ves, sigo ere que ere. Quiero ver un libro tuyo publicado 😉. Buen día vecino. Como siempre, un placer leerte.
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Gracias Mar y te lo agradezco. Con el tiempo veré la forma de hacer algún PDF recopilatorio. Piensa que muchas de mis historietas son réplicas o continuación de las entradas del vecindario y si no fuera por ellos no estarían las mías por aquí.
El plan B seria que te metieras tú a editora 😂😂
Saludos e igualmente Mar 🖐️
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Jejeje. Si me toca la lotería, lo hablamos 😉
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😂😂🥂👍
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Con esa imaginación, apenas necesitas un pequeño empujón para lanzar una historia al vuelo de la imaginación. Un abrazo.
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Hay días que con un susurro la inspiración cuenta su historia y otros que ni con una galerna me sale el título.
Gracias por participar con tus buenas y bien recibidas palabras 🖐
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LLegué a pensar que «arrancado de la vida misma», de verdad 🤣🤣 pensé que estabas recreando algo que habías vivido hasta que caí que era un reto 🤣🤣 Muy bueno! JM muy vivido, me ha encantado 🐾
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😁😁 muchas gracias Rosa, me alegro de que te haya gustado la historia. Como todo lo que cuento, no es verdad ni mentira, al cien por cien. Recuerdos sueltos y sueños olvidados que la imaginación usa de referenciaa para inventarse una historia. Gracias por participar 🥂🖐️
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