Cinco líneas
Aprender, algunas veces, nos resulta imposible, sobre todo mientras no estemos lo suficiente atentos o receptivos. Esto suele pasar cuando damos por hecho las cosas y, creyéndonos más listos, actuamos en modo automático sin plantearnos siquiera que puede haber alguna circunstancia externa que altere la situación que nos deje fuera de juego; a mí, como buen burro, me suele pasar con frecuencia.
Ja, ja, ja; pues deberemos intentar que no nos suceda en muchas ocasiones… por la cuenta que nos trae.
Un relato con una agudeza singular. He disfrutado mucho con su lectura.
Buen trabajo.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo.
Daniel A.M.
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