1. Tomarnos menos confianzas de las que nos den.
  2. Devolver aquello que nos han prestado sin esperar a que nos lo tengan que reclamar.
  3. Tener una sola palabra, tanto para el amigo como para el resto.
  4. Llegado el momento, anteponer la posición de persona, a cualquier otra postura más cómoda.
  5. Nunca pedir, en ningún ámbito de la vida, aquello que no se está dispuesto a dar.
  6. Reírse con la gente pero nunca de nadie a excepción de uno mismo.
  7. La soberbia, el odio y el rencor nos limitan mucho el respeto hacía los demás y viceversa.
  8. No hacer de la razón justificación para linchar o avasallar.
  9. Aprender de los errores en vez de ocultarlos.
  10. Y por último, ser consecuente y coherente con uno mismo.

Seguro que hay más de diez 🙂

El innato derecho del respeto lo solemos perder con nuestro comportamiento.

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