Por mediación de El arca de las palabras del blog de Úrsula un nuevo relato para la ya conocida Tertulia de las diez.
El pequeño planeta, del mismo tamaño que nuestra Luna, se aproximaba a la Tierra como si de un crucero espacial se tratara. Los astrónomos no daban crédito, a lo que sus potentes telescopios les mostraban, estaban ansiosos para que su órbita estuviera lo suficiente cerca y poder enviar satélites para confirmar que lo visto no era un espejismo.
No tardó mucho el planeta es ser nuestra segunda Luna como un compañero de la misma, popularmente se le llamó Happy y con ese nombre se quedaría. Los satélites de observación no tardaron en pasar información de su atmósfera y fotos de su superficie. Los datos no engañaban y las imágenes lo corroboraban.
Happy, el pequeño planeta que se emparejó con la Luna era totalmente habitable y, de hecho, tenia vida. No había duda alguna, los parámetros físicos eran los ideales para nuestra existencia, una capa de ozono protectora de cualquier radiacción y un nivel de oxígeno envidiable. Las fotos mostraban mares, lagos, montañas, frondosos bosques surcados por ríos y hasta glaciares.
Según la información contrastada, la atmósfera de Happy, era algo más liviana que la nuestra, a pesar de ser de mucho menor tamaño; por lo que se deducía que su núcleo era también mucho mas pesado. Con estas premisas, las naves dron se adentraron en su biosfera para ver de cerca tanta maravilla.
Recorriendo la superficie, buscando vida, los espías voladores vieron toda clase de plantas y animales donde su evolución había sido pareja a la nuestra. No les costó mucho localizar colonias de primates erguidos viviendo es sencillas chozas, haciendo una vida tranquila, carente de nuestras tecnologías modernas.
El nivel intelectual de los Reyes de Happy, sus pacíficos monos, era de convivencia simbiótica con todo lo que les rodeaba, los cultivos, lógicamente ecológicos, era su fuente principal de alimento. La pesca su segundo aporte y la caza puramente testimonial para guardar el equilibrio ecológico.
Sé que es un sueño, que me estoy despertando, Happy no existe o todavía no ha llegado para emparejarse con la Luna, pero me niego a abrir los ojos y abandonar la expectativa de esa Vida. Me resisto y, aunque, al final la realidad vuelva a consumirme el día a día, YO seguiré soñando con el pequeño planeta que se prendó de nuestra Luna.
Vaya lugar idílico. Estoy por comprarme un terrenito y hacerme allí la «choza». Seguro que son más «civilizados».
Saludos Jm 😉
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No te quepa la menor duda, seguro que te ayudaban sin que se lo pidieras, vamos como pasa aquí.
Si no fuera por los sueños, la realidad nos consumiría.
Saludos Cristina 🙂
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Seguro ja ja ja
Saludos Jm 🙂
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😀👍
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Me he quedado happy happy😊
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Sí, mejor, bi happy que unhappy 😀😀👍
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Yeah!
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😀👍
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Bonita historia. Aparecerá, algún día. No se si se acoplará a orbitar la luna, pero seguro que aparece. Aunque lo más probable es que si el ser humano lo pisa, acabará como este. 🌍🌐🌙 Abrazos ^^
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Soñar es nuestra forma de viajar en el tiempo y en el espacio. En un mundo sin prejuicios ni intolerancia creceríamos sin esas taras, creo que a la mayoría no nos importaría.
Me alegro que os haya gustado R&M 🙂
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