Diario de un Percebe (soso): 19 de agosto y en casa otra vez

He vuelto de una semana de vacaciones y lo he pasado como pez en el agua, estaba tan buena el agua de la piscina que, salia arrugado y morado de estar todo el rato allí. El primer día, el socorrista empezó a dar gritos que llamaran al doctor del hotel, cuando me vio salir del agua. Las demás veces, al saber que era yo, miraba para otro lado.

Al bufete del desayuno bajaba a las diez, que es cuando tengo un hambre desmesurada y comía por tres, haciendo un bis de zumos y cafés. Que vida la del hotel, a medio día hambre no tenia y me lo pasaba a remojo en la piscina con los auriculares a toda pastilla. Creo que, sin darme cuenta, seguía la música con las manos y los pies, seguro que a alguien chapotee. Por la noche en la cena, al bufete, buena cuenta también le daba que la piscina o la playa dan mucha hambre.

En cuanto a mujeres que no es mi fuerte bien puedo presumir que la última noche la pase con unas cuantas y más que acostado, recostado con ellas dormí. Regresaba haciendo noche en el bus y al llegar a la estación, por un problema de billetes, en vez del mío me pusieron en otro que, además, era directo. Debía ser de algún club o asociación feminista, todo eran mujeres con la misma camiseta, pero había un asiento libre. No hubo ningún problema, a lo que yo decía, se reían, y lo que ellas hablaban, ni lo entendía; me da que no eran de por aquí. Así que a las tres de la mañana después de muchas risas y diálogos de percebe, en mi asiento recostado, me dormí con todas ellas; lo que sí puedo constatar es, que alguna había que roncaba más fuerte que yo, me río Yo del sexo débil 😂😂✋