Epílogo del relato corto «El edificio de las mentiras» by Alicia Adam. Después de su lectura, mi rebelde imaginación, no podía dejar la cosa así y, sin consentimiento de la autora, le daré una vuelta más de tuerca a la historia. Por supuesto asumiré mi responsabilidad por la intromisión que, cuando me llegue la citación del más allá por mi falta, la imaginación ya tendrá posada en otra instancia.
Epílogo
En otro despacho, mismo tipo de edificio, solamente que en otra dimensión, otro juez revisaba sus próximos expedientes. La Parca cogió una gruesa y polvorienta carpeta donde rezaba la etiqueta de Juez Carter.
—Que poco le queda señor Carter para venir a mi corte y, por sus actos, una eternidad, al menos, pasarla purgando sus indecencias. No es nada personal, entre jueces, no vamos a desacatar al tribunal. —Pensaba, casi en alto la suprema magistrada, con las piernas cruzadas encima de su ancestral escritorio.
Me ha encantado el epílogo. Tú ya sabes que puedes hacer todas las réplicas que quieras de mis textos; de hecho, lo considero un honor y me sorprende ver la creatividad con la que continúas las historias.
Gracias. 🤗
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A ti por conseguir, con tus historias, que mi imaginación necesite darle una vuelta más a lo leído 👍
Me sorprende que no captes mi intencionada ironía. La cual me permito por saber que no te ofende 🥂✋
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Cierto. Saludos. 🥂
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Te metes en camisas de once varas o en piedras de afilar guadañas, acabaras con el pescuezo rebanado o delante de ella, por haberla difamaó.
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Como la guinda del pastel, mi buena amiga la Parca, me reserva para el postre.
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Un poquito de escalofríos he sentido al leerte
Admiro tu imaginación.
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👏👏👏👏 Muy bueno el relato….y también el epílogo..☺️😊
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Me alegro de que te hayan gustado Ote 😁🖐️
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