
DESIGNIOS DEL RELATO
- Haz aparecer las cuatro estaciones. (Del modo que desees: nombrándolas, mostrándolas, viviéndolas).
- Primera frase de tu relato: «Soy demasiado viejo/a)» (Puedes adecuar esta frase al narrador y la forma verbal que desees emplear).
- Menciona el día, la hora, el mes y el año en el que te encuentras (lo más preciso posible).
Soy demasiado viejo y estoy agotado. Este invierno será seguramente el último de mi existencia. Ahora son las veintiuna horas y veinte minutos del diecinueve de marzo de dos mil veintiocho y voy, precisamente en mi santo a tener mi última cena. En unas horas la primavera entrará… Pero, la nieve acumulada que bloquea mi cabaña, tardará al menos una semana en derretirse. Y para entonces yo haya ya, seguramente, perecido de hambre o de frío.
En otoño cuando me vine solo traje víveres para dos semanas, lo que suelo estar por esas fechas. Al final solo aguanté ese fin de semana al haberme olvidado del ron añejo que tanto disfruto en las sobremesas. Por una cosa u otra no pude volver a mi cabaña hasta mediados de febrero. Aproveché el relativo buen tiempo de este falso veranillo y la ninguna de nieve caída; esta vez si me subí un par de botellas de mi ron.
Al cabo de una semana el clima cambió radicalmente y, de la noche a la mañana, se convirtió en un cerrado temporal de nieve. Intenté bajar al valle donde dejo el coche y hay algo de cobertura pero la racheada cellisca me hizo desistir a los pocos metros. Me preparé para lo que me venía encima cerrando las contraventanas y asegurando la puerta. Pensé que el temporal seria pasajero pero a la mañana siguiente ya había quedado mi cabaña bloqueada por la nieve. En una semana no paró de nevar y las primeras capas ya se había consolidado como un bloque de hielo bloqueando la puerta y las ventanas de mi refugio.
Allí confinado me recordé del mes que pasamos allá por el 2020, todos en casa, precisamente en estas mismas fechas. Solo que, en aquella ocasión, si podíamos salir aunque fuera solamente a por el pan. Si hubiera sido más joven habría intentado desmontar una ventana y hacer un túnel hasta la superficie. Pero… igual mejor así, rodeado y cubierto con un denso manto blanco en semi oscuridad. Da mucho para pensar y se acaba perdiendo la noción del tiempo. He racionado la comida y los últimos sorbos de ron no quisiera morirme sin poder brindar por ello.
La verdad ahora que lo pienso, no se exactamente ni el día ni la hora que es. El móvil se murió hace mucho y mi reloj automático, con la escasa actividad que tengo aquí, se me ha parado varias veces. Yo lo he puesto en la hora que pensaba que seria pero a saber, igual llevaba sin andar horas o hasta un día entero. Ya son las diez y voy a encender mi última vela, comer mis dos cucharadas de alubias, tomar las últimas gotas de mi ron en esta última cena y acostarme. Espero que en el otro barrio no haga tanto frío pero sí haya algo más de luz.
Pom, pom… Joder más de un mes solo oyendo mis pensamientos y ahora, que estoy en tránsito al otro mundo, suena como si llamaran a la puerta. Se ve que hasta cuando te mueres tienes pesadillas. Pom, pom, y pom… Hostias, sueños malditos, dejarme morir en paz no hagáis tanto ruido. Vaya, me han hecho caso y ahora ya veo la luz, tengo los ojos cerrados y así todo noto una claridad que me ciega. Ya estoy a las puertas del cielo o de donde me toque; me da igual, conocido lo malo, seguro que esto no será peor.
—Jose_María_Vanjav_Percebe —Una voz profunda pronuncia mi nombre casi silabeándolo. Al poco, vuelvo a oír mi nombre, esta vez en tono de pregunta…
Epílogo (para quienes quieran un final más cerrado)
Vaya, yo pensando que me había llegado la hora y resulta que la Guardia Civil había subido a mi cabaña a ver como estaba. Claro, vieron mi coche en el valle después de la nevada y por la matricula sacaron mis datos. Preguntando en la estación de servicio del cruce se enteraron que tenia una pequeña cabaña e hicieron su trabajo. El caso es que solo he estado dos semanas incomunicado y falta todavía un mes para la primavera. Mi primera semana de aislamiento me lo comí casi todo y también di buena cuenta de las dos botellas de ron, menos el último sorbo que lo estuve racionando hasta mi rescate.
Se ve que con la prolongada borrachera fruto del mal tiempo, entre visiones y alucinaciones, perdí no solo la sensación de la realidad sino también la noción del tiempo. Así, cuando se me pasó la resaca, pensaba que llevaba más de un mes allí encerrado. De hecho, solo debieron de ser solo dos o tres los días en los que estuve racionando mi última lata de fabada y las restantes gotas de mi apreciado licor.
Realmente para este confinamiento obligado, nada mejor que leer tu relato. Se necesita sacar una sonrisa para pasar el trago amargo. no se necesita ahondar en tu historia porque de por si es una descarga de risa por tus ocurrencias. Usas el ingenio agudo para sacar provecho a esa situación inusual y convertirlo en una comedia genial.. De seguro que ese reto es tuyo. Sino, el jurado está condicionado. Saludos
Manuel
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Muchas gracias Manuel, me alegra de que te haya gustado este relato algo oportunista con la situación actual pero con el sentido del humor del Percebe. Leer tu crítica reconforta esta laguna de dos semanas, al margen del confinamiento, de escribir y casi ni entrar por aquí.
Ahora que no salgo de casa parece que tengo menos tiempo para todo o que me lo tomo con mas calma para no agobiarme. Hay quienes necesitan hacer algo para sobrellevar este encierro y yo al revés, no tengo tiempo para nada por lo que tampoco hago gran cosa, ni siquiera entrar en este vecindario tan agradecido.
Bueno, a ver si en las dos semanas y pico que restan, aparte de teletrabajar y ver películas, me pongo al día con las visitas en este vecindario donde lo único contagioso es la cordialidad y el buen humor.
Saludos y gracias de nuevo
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Por nada. Siempre hay algo por hacer para sobrellar la situación. Lo cierto que te salió de lo mejor. Un gran abrazo
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La cordialidad es tu tarjeta de visita Manuel y en lo que a mí respecta puedes entrar en este blog hasta la cocina y hacer uso de la nevera como si de la tuya se tratase.
Por aquí no hay problema en los saludos afectuosos que por supuesto son recíprocos aunque por mi sosería no los mencione.
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Gracia JM. Lo tendré en cuenta cuando se me termine la comida. Un abrazo
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Me encanta JM. Como suele acontecer, me he metido en el relato, me vi dentro de la cabaña, pero no sentí desasosiego ni pesar, sólo tranquilidad. Buen día vecino.
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Gracias, gracias e igualmente. Bueno, mientras había ron en la botella el encierro era casi una fiesta. Con la resaca vino también la oscura y fría realidad aumentada por la desorientación temporal.
Ya veo que el síndrome de confinamiento lo tienes de compañero y no hacéis malas migas, mejor que todavía será nuestro invitado un rato más.
Hasta la próxima bitácora Mar.
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Gracias JM por este ratito de lectura agradable y reposada, aunque tu protagonista que yo diría que había sido marinero, haya pasado un tiempo un tanto entre estar y no estar.
Se ve que para él el tiempo ha sido eterno. Para mí el relato me lo ha hecho breve.
Un abrazo y mucho ánimo.
Es lo que toca. Virtudes
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Gracias a ti Virtudes y por supuesto igualmente.
Me alegro de que te haya gustado la historieta, mientras tuvo ron no le faltó la ilusión. Pues sí, bien podía ser un viejo lobo de mar, este personaje algo huraño y solitario.
Por aquí seguiremos dando libertad de circulación, por este barrio, a la imaginación compensando en alguna medida el confinamiento de nuestros cuerpos.
Muy agradecido por tu visita 😀🖐
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JM!!!! Sorry la demora, como le decía a Virtudes, asomar cuesta más cuando hay que hacer de «entretenedora infantil» casi 24 horas al día jajajaj
Me ha gustado mucho tu relato, jo! Sobre todo esa alusión a los días negros que estamos viviendo ahora como si fuera un pasado remoto. Simpático el protagonista, que mientras tenga su botellica, que pase lo que quiera ahí fuera jajajaja
Definitivamente cosas como esta ayudan a sobrellevar mejor las cosas.
Muchas gracias por la parte que te toca en amenizar la cuarentena.
¡Besote, compi!
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No te disculpes Jessica, ya te dije que yo el mes pasado, sin la situación actual, te subí el relato del reto fuera de fecha. Así que ahora tú, en esta reclusión y con guardería a tiempo completo, lo raro es que puedas hasta preparar los retos 😀
Me alegro de que te haya gustado la historia con su humorcillo negro, no me quedó otra con los tres designios de los relojes de arena que me tocaron.
Saludos y gracias por los desafíos 🖐
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Eres un genio de los relatos, es fácil transportarse y las sonrisas nunca faltan.
Saludos!
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Muchas gracias Lis me alegro de que te haya gustado. Y sí el toque de humor que no falte. Muy agradecido por tu visita comentada, un saludo 🖐
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Me gustó mucho el toque de humor negro. Prefiero el cierre abierto, ya sabes, la muerte pegando en tu puerta.👌
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Dejarlo abierto es más imaginativo e impactante. El epílogo solo es una réplica para darle un giro. Doy las dos opciones. Me alegro de que te haya gustado Alicia, saludos y gracias por la visita comentada 🖐
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