VadeReto (Marzo 2020)

NOTICIAS Y SU VERDADERA HISTORIA

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Lo que la prensa sensacionalista no cuenta son los detalles reales de la noticia. Y el periodista de turno tampoco se molesta en enterarse cuando acontece en un pueblo de paso a las afueras de la ciudad.

Solo los residentes de la pequeña villa sabemos lo que realmente ocurrió aquella noche en casa de Bob y Sally. Como todos los sábados, el pub neozelandés, es la única distracción con la que por aquí contamos, Así que ahí nos reunimos todos y después del bistec, especialidad de la casa, continuamos con las cervezas y dando brincos con la música de AC/DC; aquí somos muy tradicionales con eso.

El caso es que esa noche Bob y Sally que se sientan con Ned y conmigo en la misma mesa ya venían calientes discutiendo sobre ir o no a casa de la hermana de ella Livy que vive en la ciudad este domingo o el siguiente. Son buena gente pero también tanto o más de tercos, bueno por aquí todos somos así.

Después de nuestro buen bistec, y una ronda a cargo de cada uno para hacer bien la digestión, decidieron jugarse a los dardos el ir o no a Sydney este domingo o el siguiente. Sally es la campeona pero Bob, que es más tramposo que yo, le humedecía una de las plumas a cada dardo cuando ella tiraba para que no acertara la diana.

El caso es que con trampas y todo quedaron empatados. Por lo que Sally accedió a posponer el viaje a la ciudad para la otra semana como Bob quería. Ned y yo pensamos que el tema había quedado zanjado cuando el bocazas de Joss, que también estuvo viendo la partida, le guiña el ojo a Bob como dándole a entender que se ha enterado de la trampa, metiendo además un dedo en la cerveza a modo de chanza. Sally que está regresando del WC, al ver el gesto de Joss, se percató de la artimaña de Bob y ahí empieza una batalla campal. Aquí, los sábados por la noche, si no acabamos repartiendo algún puñetazo o botellazo no disfrutamos de la fiesta.

Duró poco la diversión porque ya eran las casi las dos y la patrulla de noche es muy puntual para tomar su café. Recogimos los vidrios entre todos y encerramos a Joss, que estaba inconsciente, en el almacén; él fue quien se ganó una botella de cerveza en toda la frente con la firma de Sally. Al marcharse los patrulleros, Doc cerro el pub como siempre y todos nos fuimos para casa; salvo el bocazas de Joss que seguía durmiéndola en el almacén.

A eso de las dos y media mientras tomábamos en el porche la última cerveza comentando la refriega empezamos a oír voces en casa de Bob y Sally. Ya los conocíamamos y Ned se apresuró a buscar otras dos cervezas frías para no perdernos detalle, lo mismo que el resto del vecindario. Nuestros amigos son muy teatrales cuando discuten y si andan, además, con unas cuantas birras tenemos diversion asegurada.

Como media hora después Sally salió de casa, cogió el pick up y se marcho. Adentro Bob seguía vociferando solo y maldiciendo, había quedado claro que él había perdido en la refriega y solo le quedaba seguir pataleando como un niño. A los cinco minutos llegaron dos patrullas de la ciudad y de ahí que al entrar y encontrarlo solo publicaran la noticia de esa manera.

Seguro que fue la pareja del motel que hizo noche los que avisaron a la policía. Los que no son de aquí ni entienden nuestras costumbres ni las respetan pero bueno al día siguiente se marcharon con una buena pintada en su lujosa van por chivatos. En cuanto a Sally ese mismo domingo por la tarde de Sydney. Ella y Bob, los dos punta en blanco, fueron a cenar como si nada al pub. Incluso Joss se sentó con nosotros alardeando la puntería de Sally por su chichón justo en mitad de la frente.

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