

Aquí ahora confinado y solo en casa me vienen a la memoria recuerdos de aquella otra vez…
En mi ya lejana niñez, mi carácter introvertido y retraído me hacía estar casi siempre solo. Nadie quería estar conmigo y cuando algo de tiempo libre tenía jugaba con la única compañía de mi imaginación.
Así que, cuando en el colegio cogí la varicela, mi aislamiento fue como ahora o peor. En mi casa nadie la había pasado y por miedo a que yo les contagiara me pusieron un petate en el trastero. El trabajo era sagrado para mi familia y yo en aquel momento solo resultaba un estorbo.
En ese sombrío y casi siniestro lugar pase las casi dos semanas peores de mi vida de las que tengo recuerdo. Solo y encerrado casi como un preso, me ponían una bandeja con comida por la mañana y otra por la noche.
Allí encontré una vieja radio, que por suerte era de enchufar, así que yo la tenía todo el día puesta. Dormía poco por el malestar y los dichosos picores de la enfermedad. Por lo cual ese transistor fue mi compañía, y la pequeña luz que iluminaba mi imaginación, de esa angustiosa prisión.
El último fin de semana que acabaría mi quincena de reclusión ya estaba bien de la fiebre y con las póstulas casi secas. Los picores eran soportables, y viendo ya mi próxima mi liberación, me sentía igual que esos súper héroes de comic después de una épica pelea contra su archi villano; saliendo de entre las sombras victorioso.
Ese sábado y domingo fueron una fiesta en mi improvisada celda. Incluso abrí como pude una botella de vino, de ese que ponían en la mesa solo días muy señalados. Tal vez el licor me ayudo a mantener la euforia pero no perdí la lucidez, así que cuando la termine supe como esconderla adecuadamente para no ser pillado y castigado una vez liberado.
El lunes a medio día el médico vino a mirarme y confirmó que ya estaba curado. Por lo que el martes ya volvería a la escuela. La forma en que me aislaron no le hizo mucha gracia pero en los pueblos, aunque sean grandes como el mío, las formas de actuar no se discutían.
Esa semana fui el rey de la clase en los recreos contando mis aventuras en el trastero, la mayoría inventadas o imaginadas por supuesto. Después de aquello, con algunos de aquellos conocidos y conocidas del patio de juegos, empezamos a ser amigos hasta hoy.
Ahora y gracias al encierro de todos seguimos si cabe más en contacto quedando por la tarde, casi a diario, para vernos y hablar por Internet, algo que cuando era niño no había. Así que aquel viejo transistor, el que me salvo del aislamiento y la soledad, lo conservo en una vitrina como mi más preciado trofeo.
Preciosa historia escrita, aunque tuvo que ser bastante dura y triste. La soledad para un niño es mucho más difícil de llevar que para un adulto.
La has contado con una hermosa dulzura y has hecho que participemos de esos sentimientos.
De este aislamiento parece que ya queda poquito, sin embargo, como en el caso de tu niño pasado, debería hacernos imaginar historias. Las que pueden ocurrir si no cambiamos nuestra forma de pensar y cuidar la naturaleza y la convivencia.
Enhorabuena por tu relato y muchas gracias por participar en el VadeReto.
Un Abrazo.
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Gracias JA, pensé que ya te había contestado y es ahora cuando voy a mirar los retos de este mes que veo mi descortesía. Espero no perderme, ya quedan pocos días de junio lo que me deparará. Estoy con los retos cortos, que a veces son los más difíciles por lo concentradas de sus palabras. Hasta pronto y gracias por tus retos que tan bien le vienen a mis contadas neuronas. 🥂🖐
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Hola JM, sin problemas. Los retos están abiertos siempre que quieras/puedas. Yo tampoco estoy muy alerta estos días, estoy alejado de las RRSS y del blog.
Ya sabes que me encanta que te gusten mis retos, sin embargo, creo que no has visto que están de vacaciones. 😉
Veremos cuánto duran.
Cuídate
Un abrazo.
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😂😂 Y yo ya estaba preocupado porque se me echaba el mes encima como las veces anteriores. Bueno, espero que te sienten bien estas vacaciones y vuelvas cuando te apetezca. La situación de estos meses, curiosamente a pesar de tener supuestamente más tiempo, a mi también me ha distanciado del barrio bloguero, no encontrando tiempo para las visitas y sin imaginación más que para cumplir con los retos.
Bueno JA pues ya nos veremos, o al menos, leeremos próximamente. A pasarlo bien 🥂👍🏻
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