En pleno 2020, que todavía tengamos conflicto con la diversidad de las personas, es algo que nos dice poco a favor de nuestro intelecto y por ende del respeto hacía nuestros semejantes; por diferentes que ser o parecer, en ningún caso, deben de ser rechazados ni considerados como inferiores.
La única sigla que a todos nos debería identificar es la P de persona, todo lo demás son divisiones que acaban provocando discriminaciones y rechazos. La falta de costumbre al contemplar ciertas cosas, más que repulsa o menosprecio, tendría que abrirnos los ojos a una diversidad totalmente respetable.
Pese a quien pese nadie es cien por cien lo que se crea que sea. En mayor o menor medida, tenemos alguna o varias facetas que chocan con esos cánones caducos sobre hombres y mujeres, que quieren seguir manteniendo hoy en día vigentes.
Ya que soy yo quien hace esta entrada, voy a poner al Percebe como ejemplo de su diversidad y que además no disimula:
- Cuando tenía pelo siempre lo llevaba más largo de lo normal hasta para las mujeres.
- Le cogió gusto a llevar sus cosas en un bolso, tiene una colección de ellos y no los cambia ni por mochila o bandolera alguna.
- En cuanto a pendientes, los auriculares han sido y siguen siendo su complemento ideal para las orejas.
- Ya, en el siglo pasado, llevó una camisa rosa bordada con flores que le regalaron.
- No se avergüenza en reconocer que le gusta la película Priscila reina del desierto y eso que la baila de pena.
Con todo lo expuesto el Percebe no es precisamente un machote, ni tampoco lo contrario, ni tan siquiera alguien ambiguo o indefinido. Solo tiene sus cosillas y es algo diferente. ¿Por qué tratar entonces de encasillarlo, o vejarlo, por alguna de sus costumbres? Pues con el resto de las personas deberíamos hacer igual por muy LGTBIS que puedan o no ser.
Excelente post!
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Muchas gracias, me alegro de que te haya gustado 🖐
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