VadeReto (Noviembre 2020)


VadeReto (Noviembre 2020)

El albergue de Noelia

Noelia fue una niña inquieta y según los adultos muy fantasiosa. Tal vez por eso después de intentar un par de adopciones la fueron relegando dando salida a los otros niños del orfanato. Las malas lenguas contaban que fue la hija natural de una novicia que fue trasladada a un convento de clausura dejando allí el fruto de su pecado.

Los años pasaron y Noelia fue interna mayor del hospicio, era la hermana mayor de todos aquellos niños preparándolos para las citas de adopciones con un éxito que las monjas regentes del mismo ni se aproximaban. Quisieron que tomara los hábitos, pero la ahora adolescente supo evitar ese divino compromiso con determinación.

Al llegar a la mayoría de edad, Noelia se despidió como Alma que lleva el diablo de las hermanitas. Se fue contenta y satisfecha, no había quedado ningún niño en el hospicio, la nueva normativa de adopciones centralizaba el proceso y los pequeños orfanatos como este desaparecían.

Su contacto con el mundo exterior fue más de lo mismo. Nadie la comprendía y, o bien pensaban que era retrasada por su natural inocencia y sinceridad, o bien que no estaba bien de la cabeza. El caso es que no encajaba en esta sociedad tan superficial.

Un único golpe de suerte cambio su vida y Noelia encontró su destino. El padre que no la reconoció al nacer, anteponiendo su reputación, quiso remediarlo en parte a su muerte y nombró a esa hija ilegitima su heredera. La fortuna de Noelia era un caserón y una generosa cuenta alimentada mensualmente por diversos alquileres.

Aquella pequeña mansión pasó a ser el refugio de todos animales y mascotas abandonadas del vecindario. La joven terrateniente solo mantenía el contacto con sus niños del hospicio y los animales que recalaban y acababan bajo tierra en su finca.

No tardaron en el vecindario en llamarla la loca del caserón. Ella, despreocupada siempre del que dirán, puso un letrero en la entrada bien gráfico: Villa Noé

Evo era el dependiente de la tienda de animales donde Noelia compraba la comida de sus inquilinos. El joven tendero también fue hospiciano tal vez por ello le costaba conectar más con la gente, de hecho sin un motivo claro siempre acababa apartado de cualquier grupo, por ello su conexión con los animales le resultaba tan reconfortante.

Cada seis meses los gatos y perros de la tienda donde Evo despachaba si no habían sido comprados podían pasar a mejor vida al ser ya adultos y no quererlos nadie ni regalados. Noelia al enterarse de esta norma de la casa fue adoptando estos excedentes para su Villa Noé.

Empezó con una gata que si bien de pequeña resultaba graciosa al hacerse adulta fue la mala del corral de los cachorros donde imponía su veteranía en la tienda.

Imagen de Thomas Wolter en pixabay.

KATRINA: Una gata de ojos hipnóticos, mandona dónde las haya. Aunque parezca que tiene cara de malas-pulgas, en realidad, las tiene. Si se levanta con las patas izquierdas, apartaos de su vera. De todas formas, siempre hay quién sabe sacarle su lado más dulce.


Después siguió Rufus, fue el último cachorro que se quedó de la camada, su mirada melancólica no le gustaba a los niños ni a los padres. A los seis meses casi no cabía en su jaula y se tenía que pasar todo el día recostado por lo que quienes lo veían daba la impresión de ser viejo.

Imagen de Pitsch en pixabay.

RUFUS: Un Buldog con menos energía que un móvil con batería de cartón. Si por él fuera, se llevaría todo el día durmiendo. Sin embargo, tiene el cargo de guardián del hogar. ¡Qué ingenuidad tienen sus amos! ¡O No!


El pequeño Pietro era el más glotón de todos sus hermanos por eso al ser más grande que ellos se acabó quedando solo. Mientras hubiera comida no le importaba, pero él no sabía que para conejos no había conejeras municipales pudiendo acabar más fácilmente con arroz o al ajillo.

Imagen de Various-Photography en pixabay.

PIETRO: Un conejo italiano con un humor muy peculiar y latino. Además, es bipolar. Ahora mismo puede estar saltando con alegría desaforada y dentro de diez minutos pensar que se acaba el mundo.


Leonarda la cotorra no tenía el problema de sus compañeros en cuanto al medio año de alquiler en la pajarería. De hecho era la más veterana del establecimiento, las aves pequeñas tenían buena salida, incluso los periquitos, pero las de tipo parlanchinas eran consideradas exóticas y su precio casi desorbitado por lo que eran inversiones a largo plazo. Después de diez años al cambiarle el plumaje ya dejó de parecer rentable.

Imagen de Sara Castellano Frutos en pixabay.

LEONARDA: Una cotorra argentina que solo habla lo necesario. Sí, es muy especial e inteligente. Odia las RRSS y que le hagan fotos. Dale Anacardos y te recita a Neruda, te baila un Foxtrot o te hace el número del zombie cojo.


El caso de Mati la cabrita escapista fue diferente. Se la encontró una mañana plácidamente pastando la hierba de la finca. Noelia no necesitó indagar mucho para averiguar que un camión de ganado camino del matadero se había averiado de madrugada en las afueras.

Imagen de RitaE en pixabay.

MATI: Parece una cabra común, aunque no es la más común de las cabras. Si la dejaran matricularse en la Universidad, seguro que se sacaba la carrera de Ciencias Exactas. No os fieis de su aspecto de ingenua, seguro que os engaña y os saca 20€.


Saturnina, en cambio, era como el ama de llaves de Villa Noé, estaba en la casa desde siempre. Iba incluida en la herencia, llevaba más de cuarenta años dando cuenta de las cucarachas del caserón. Podía pasar días enteros quieta y metida en su caparazón esperando con paciencia a que la comida pasara por delante de ella.

Imagen de reneecporter en pixabay.

SATURNINA: Es más vieja que el cartero sumerio Uruk el lánguido. Por lo tanto, está llena de sabiduría y experiencia, pero claro, su memoria a veces es un calcetín en una lavadora, unos días aparece y otros no.


Así fueron pasando los años para Noelia. Los hermanos de hospicio eran ya adultos, estaban establecidos y tenían familia propia. Si bien seguían agradecidos, su contacto con ella empezaba a ser testimonial, aunque al menos una vez al año visitaban Villa Noé. Por lo que se podría decir que la persona con la que mayor trato tenía Noelia era con Evo el dependiente.

La crisis llega a todos los sectores y el de las mascotas hacía tiempo que se barruntaba. Así que hubo liquidación en la pajarería, las mascotas típicas como perros o gatos ya solo se encontraban en las perreras o los criaderos, así que solo quedaban unos pocos pájaros y alguna pecera.

Desde el primer año que se conocieron Noelia vio a Evo como uno de sus hermanos huérfanos. Por ello le ofreció pasar las Navidades juntos y así fueron repitiendo cada año. En este Año Nuevo, Evo a pesar de haberse quedado sin trabajo, pidió de la liquidación descontar el acuario de SHAO-SHIN; una pececilla que había puesto huevos y pronto tendría un montón de alevines a su cuidado. Sería su especial regalo de despedida para Noelia.

Imagen de Josh Clifford en pixabay.

SHAO-SHIN: Una princesa japonesa capaz de luchar contra tiburones, si fuera necesario. Parece pequeña y virginal, pero no tiene nada que envidiar a las más feroces ninjas. Si necesitas de sus servicios contrátala con escamas de caviar ruso, ¡no te arrepentirás!


Epílogo

La sorpresa de Noelia, al recibir ese automatizado acuario con luz y vegetación natural, fue igual de grande que la producida por el sobre que ella le entrego a Evo. Con la crisis los locales vacíos no son rentables y salen a la venta, por lo que a partir de ese primer día del año, Evo paso de ser dependiente en paro a gerente de la tienda de animales.

Los nuevos ayudantes de Evo eran Katrina controlando el mostrador desde su cojín y Rufos vigilando, por supuesto acostado, los sacos de pienso. Noelia, como buena propietaria, visitaba el negocio a diario. Y claro, ahora Evo más que un hermano de orfanato, ya era su mejor amigo y viceversa. Dicen que los raros si se encuentran suelen acabar juntos y en esta ocasión no se equivocaron.


4 comentarios sobre “VadeReto (Noviembre 2020)

  1. Hola, JM.
    Como siempre, me traes aquí engañao, pensando que esta vez no me gustará tu historia.
    Vas a tener que esmerarte más para conseguirlo. 😝
    El que te lee sabe de lo difícil que es crear un relato aunque, a priori, parezca simple. En cuanto uno se pone al teclado las ideas se estorban y se niegan a salir medianamente ordenadas.
    En este caso, no solo has cumplido con los requisitos del reto, no te has limitado a usar una de las mascotas, las has usado todas. Y las has metido en una historia preciosa, muy dulce y con un mensaje maravilloso en su interior.
    Como te digo en mi blog, la gente que es educada, generosa y amable con los animales demuestra muchísimo su valía y este relato revela toda la grandeza de personas como Noelia.
    Con tu historia has creado un halo de esperanza en la negrura que nos abruma y un homenaje para las personas que se preocupan por su entorno, sean animales o personas.
    Muchísimas gracias por tu aportación al VadeReto y por regalarnos preciosidades como esta.
    Un abrazo.

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    1. No desesperes que en la próxima historia no serás tan benévolo conmigo. En esta ocasión, a pesar del rollo del principio, finalmente encontré casa para las siete mascotas y los protagonistas, como bien dices, en este barrio encajarían sin problema. En este mundo tan superficial, de las personas, solo nos fijamos en la apariencia. Y al igual que los icebergs somos mucho más de los que se ve.
      En cuanto a la historia me llevo un rato recolocar a los animales, pero viendo tu crítica tan positiva el esfuerzo ha sido plenamente recompensado.
      Saludos JA y hasta la próxima aventura 🖐

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