
El Páramo del Terror
Hay quienes tienen fobias y cuando se les presentan viven una angustia intolerable. Yo, por mi parte solo tengo algunos miedos y uno a uno los puedo tolerar sin dar la nota ni agobiarme más de la cuenta. En mi lista figura, como no, la oscuridad. Este es un temor infantil que nunca me ha abandonado, pero al que me he ido acostumbrado cuando me he visto en medio de una falta total de luz.
Otro de mis temores, que igual no es tan corriente, también está relacionado con un sentido, me refiero al silencio. El no sentir ni un lejano rumor me provoca ansiedad como si todo se hubiera parado hasta mi propio corazón, prefiero pasar la noche en vela por el goteo de un grifo que no poder pegar ojo por no sentir nada. Este tiene fácil remedio y la radio es mi medicina las veinticuatro horas del día.
Por último, esta la sensación de frío, pero no la normal sino esa que es progresiva y hasta húmeda como un halo, esa que le quita el calor al cuerpo llegando hasta los huesos, el corazón, o el propio Alma. Es como si fuera una avanzadilla de la muerte antes de tomar posesión de la vida que viene a buscar. Por eso, si me duermo destapado, lo más seguro es que me despierte con una pesadilla acerca de ese frío tan despiadado y completamente angustiado.
Lo que aconteció esa noche fue la tormenta perfecta de mis miedos, enfrentándose los tres juntos contra mi, en un duelo en el que solo podía haber un vencedor. En mi pensamiento nada más soy ahora capaz de relatarlo porque cerrando los ojos es un bucle, que revivo una y otra vez, sin salida alguna ni fin.
Los representantes de ropa deportiva y complementos, no voy a decir cual es mi marca porque no viene al caso hacer publicidad aunque de sobra conocerás su anagrama, ahora trabajamos más telemáticamente y por Internet que con la habituales visitas tienda por tienda. No obstante, en octubre en la capital tuvimos una convención que, aunque solo fuera por pasar el día y ver a los compañeros del sector, me apeteció asistir.
Después de los consabidos discursitos de autobombo de cada marca llegó un generoso lunch y para media tarde ya quedó todo el pescado vendido. A mi me vino bien porque me había pillado por la zona haciendo mi turismo de ventas. El caso es que siendo la noche de Halloween no me apetecía quedarme allí pudiendo llegar en cuatro horas a mi casa.
Tome la autovía, pero a las dos horas entre camiones y retenciones por obras parecía aquello más una carretera comarcal. Así que decidí volver por la antigua general cruzando El Páramo de Masa. La media hora más que me llevaría ese rodeo seguro compensaría con creces el acordeón circulatorio de la autovía principal. Además la noche estaba despejada y páramo parecería un escaparate celestial.
Ciertamente era vistoso ese cielo completamente estrellado contrastando con una llanura tan yerma como por la que con mi coche iba atravesando completamente solo. De hecho, una de las estrellas parecía indicarme el camino como un compás astral, seguramente sería un avión con mi mismo destino. La radio del coche, a pesar de estar circulando por tierra de nadie, conseguía darme calma entre los desvanecimientos de la señal de mi emisora favorita.
Súbitamente, un intenso fogonazo seguido de un estruendo me deslumbró para quedarse todo en oscuras y en completo silencioso. El coche se paró sin brusquedad pero como si su mecánica y electrónica hubieran sufrido un ataque terminal. Ni luces, ni radio, ni siquiera aquel estrellado cielo. Era como si algo me hubiera cubierto por completo dejándome a mi solo dentro.
Quería reaccionar y pensar que coño había pasado. No era nada normal aquello, que el coche se averiara cabía entre lo posible, pero que algo me tapara como a una tajada de bacalao rebozado con un plato por encima, se me hacía fuera de lugar y de este mundo. Mis pensamientos se pusieron aún mas negros al notar como todo se estaba enfriando, hasta el aire que respiraba me parecía gélido.
No se el tiempo que estaría en esa situación donde la falta de percepción visual, sonido alguno y un frío que iba haciéndose por momentos intenso me tenia completamente colapsado. Era como si mis recurrentes pesadillas se hubiera puesto de acuerdo para acabar con mi cordura y llevarse sin resistencia alguna la poca vida que me quedara.
Dicen que si te enfrentas a tus miedos al menos tienes una oportunidad de superarlos. En mi actual estado esa posibilidad era una lotería por la que no apostaría. No obstante, tembloroso y tullido de frío abrí la puerta del coche. Al ponerme de pies fuera, la oscuridad era igual de espesa, mis oídos trataban de darme alguna orientación, pero el silencio literalmente era sepulcral; tanto que palpando la ventalla de la puerta la golpeé, con los nudillos, para sentir la vibración del toc, toc.
Por su parte el frío era de lo más intenso y húmedo, como si una helada niebla de cuchillo llenara este inhóspito páramo. La única forma que se me ocurrió de atenuar mínimamente esa situación fue la de caminar o incluso correr. Sin ver nada en dirección alguna, fui marcando el paso tratando de percibir su eco y así tener un ritmo. Con la desorientación total que tenia yo no sabía si en mi deambular avanzaba hacia alguna parte o repetidamente trazaba círculos.
La sensación de ese oscuro y frío vacío me tenia tan poseído y esclavizado como a un zombi en aquel dichoso páramo. Pensé que ya había tocado fondo, llegando al paroxismo de mi angustia en aquella situación, cuando tropecé y de bruces caí a lo que sería una laguna o profunda charca pues mis pies no tocaban el fondo de la misma. Con la ropa mojada nadar era un sobre esfuerzo y, por más brazadas desesperadas que yo diera, no llegaba a ninguna orilla.
Seguía sin ver nada y mi sordera tampoco mejoraba. Estaba ya por completo agotado de este chapoteo sin sentido y el frío se había afincado también definitivamente en ese entumecido cuerpo. Mi ultima voluntad en ese estado seria la de dejarme llevar, e hipotérmico como ya estaba, me quedé inmóvil suspendido en el agua esperando morir pronto. No se si fue un irresistible sopor o que me iba desmayar, pero cerré los ojos y ya no pensé nada más.
Epílogo
Abro los párpados y contemplo a mis compañeros, es una imagen borrosa en blanco y negro como de película antigua y mala calidad. Todos estamos igual vestidos, pero inmóviles sentados en sillas de ruedas dispersos en esta enorme sala. Yo los veo, y supongo que ellos a mí, aunque nuestra mirada se pierda en un imaginario infinito. Sigo sin oír ningún sonido , pero al menos el frío esta controlado y es más sintomático que real. También hay gente que anda, van todos vestidos con algo parecido a un uniforme con guantes y mascarilla.
Trato de aguantar así todo lo posible, contemplando esta aburrida rutina, evitando a toda costa ese sopor que me haga cerrar los ojos y dormir; Porque eso es volver a revivir lo del coche en El Páramo de Masa. Yo pensaba que en mi vida solo tenía tres miedos con los que lidiar, pero era porque el peor de todos ellos aún era desconocido para mi.
Tropezarme con un OVNI y ser abducido por extraterrestres siempre me sonó a cuentos de Ciencia Ficción, pero cuando en tus sentidos y propias carnes los padeces deseas que tus otros miedos te lleven antes al otro barrio. De su prueba luminosa algo de visión si he recuperado distinguiendo formas sin mucho detalle, pero sin apreciar los colores más que una ensombrecida gama de grises.
Con el estruendo se pasaron porque mis tímpanos no han vuelto a percibir sonido alguno. Tal vez esa es su forma de dejarnos indefensos, anular los dos sentidos que nos permiten situarnos mejor con el entorno. En mi caso la sensación de frío supuso el plus de mi derrota física y mentalmente. Del resto de pruebas que me hicieron no tengo recuerdo, solo se que soy incapaz de moverme ni siquiera para comer o beber.
Por último, intuyo que reencarnado o no en este estático cuerpo, aquí permaneceré hasta que no despierte más y sin parar viva esa última experiencia para toda la eternidad. Los casos de abducidos somos objeto de estudio por las autoridades, pero también un completo secreto para el resto de la población.
Excelente microrrelato por el núcleo de la trama y su epílogo! Un cprdial saludo.
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Gracias, Daniel. Me alegro que te haya gustado y espero que nos tengas pesadillas 😁
Gracias por pasar y participar. 🧟🖐🏻
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Son las 2:30 de la madrugada. No puedo dormir. ¡¡No quiero dormir!! No estoy en el Páramo de Masa, pero no pienso acostarme. Con todas las luces encendidas y con la radio puesta, camino dando vueltas por la casa, verificando una y otra vez que las puertas y ventanas están cerradas. Los vecinos deben pensar que me volví loca. ¡¡Encima!!
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Ese es el espíritu el de no dejarse llevar por la autosugestión. Mientras haya cerveza se podrá aguantar bien, mejor ser abducido ebrio que sobrio del todo. Pero como haya un apagón y se empiece a notar frío mejor cambiar la cerveza por ron 🥃🥃😜
Gracias por pasar y participar aunque ya veo que la historia ni te ha inmutado 😂😂 🍻👽🖖🏼
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¡Lamarequeteparió! ¿También somos parejos en miedos?
No aguanto ni el silencio ni la oscuridad extremas, pero el frío que más me aterroriza es el que no tiene sentido. El que te llega aunque estés en un lugar cálido. Ese que te cala sin avisar y te hace pegar un escalofrío. Ya lo leeras. 😉
Yo soy de la opinión que es imposible que seamos la especie más lista del universo. Todos los días hay pruebas de ello. Que hay vida más allá de nuestro planeta lo tengo claro, sobre todo, vida inteligente. Por eso creo que alguno de los sucesos OVNI puede ser cierto. Aunque hay demasia paja entre la que buscar esa aguja. Somos maravillosos en el arte de la manipulación y las engañifas.
Sin embargo, siempre que pienso en la visita de los ETs recuerdo a cuándo tenía un acuario, grandote. Yo miraba a los peces tras el cristal y ellos pensarían que yo era un ser extramarino, un Dios, los cuidaba y los alimientaba. Pero también los manipulaba y reconstruia su entorno a mi antojo. ¿Estarán haciendo esto con nosotros? ¿Seremos el «acuario» experimental de unos «dioses» extraterrestres? ¡Qué decepción se estarán llevando! 😝
Volviendo al relato, que ya me he ido por los páramos de Masa, menos mal que lo he leído de buena mañana, porque has conseguido plenamente el reto de asustar. Esa angustia del prota es contagiosa y, sobre todo cuando los temores son compartidos, se siente al leerlo.
El escenario es ideal, no lo conocía, ni tampoco lo del suceso OVNI. Gracias por los enlaces.
El epílogo es tremendo, ni sueño, ni final feliz, ni cahneconpapa. La experiencia te deja amorfo pa toa la vía.
Maravilloso relato para contar en la noche de Sanhaim.
Felicidades, JM.
Abrazo y conviá doble. 👍🏼🤗🍻🍻🍻🍻
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Mira que eres pillo, te lees los relatos de miedo a medio día y no a media noche como es menester. Así que como no coincida con un eclipse solar no te acojonas ni queriendo. Esta te la voy a guardar porque me parece una desfachatez, en cambio Trujaman no ha pegado ojo en toda la noche.
Pues tu que eres de tierra con mar piensa en una noche de calor y para refrescarte te vas a dar un baño. Mientras nadas plácidamente controlando a cierta distancia las luces del paseo marítimo sin venir a cuento te ves envuelto en una niebla.
En ese momento tu sentido de la orientación desaparece como cualquier otro atisbo de luz y en tu nadar, pensando que hacía la orilla, te das cuenta que no acabas de hacer pie y te empiezas a poner nervioso pensando que te has equivocado de dirección.
El agua ahora ya no te refresca sino que la notas fría y aunque estaba tranquila y sin oleaje notas también que se empieza a ondular.
Como no ves las olas venir casi con cada brazada tienes que tragar algo de agua salada. Piensas que al menos siguiéndolas llegaras finalmente a la orilla, pero al cabo de un rato te das cuenta que vienen cruzadas y en tu nadar zigzagueante la idea de morir ahogado sin poder llegar a la orilla redobla insistente en tu cabeza…
Esta a bote pronto y no me desafíes más que la cosa se puede poner peor 😂🤣🍻🍻👍🏼
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Buen relato, has empezado abriendo tus sentimientos y dando a conocer tus miedos. ¡Bien!🤗
Después nos has llevado por un camino tranquilo y hasta idílico que poco a poco se ha tornado en oscuro y tétrico. ¡Bien!🤗🤗
Pero el final, el epílogo es de traca, nunca hubiera pensado que sería esta exposición al capricho de unos macabros extraterrestres de laboratorio. ¡Requetebién! 🤗🤗 pero qué digo ¡Requetemal! 😤😤😠😠
Eso no debe ser tolerable. Deberían todos los pacientes a manejar la fuerza de la mente y, todos a una, aniquilarlos.🛸🛸
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Hola, Virtudes. Viniendo de ti este comentario, a sabiendas que te gusta el género y que se te da bien cuando sobre la l terror tú escribes, es un halago para un advenedizo como yo soy.
Me gusta tu disección como sí de una autopsia forense literaria se tratase.😁👍🏻
Gracias por pasar y comentar 🖐🏻
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Hola JM, buen relato de terror con excelente escenario. Creo que estaré despierta un buen rato. Saludos.
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Hola, Ana. Con tu comentario, cuando menos, el relato te ha inquietado. Si no duermes, la culpa es de nuestro anfitrión JA con su VadeReto, échale la bronca que yo te secundo que el domingo me quedé sin comer por acabarlo 😂😂
Gracias por pasar y participar. Saludos 🖐🏻
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¡Hola, JM! ¡Qué bueno! Me ha gustado mucho el tono conversacional, has logrado que el relato se lea como quien escucha a alguien contándote algo que le ha pasado. Los detalles, la cercanía del narrador, logran que el lector visualice la escena y la recree en su mente logrando que la realidad se disipe, que es lo máximo a lo que podemos aspirar al escribir.
En cuanto a los temores, quitando la oscuridad, la verdad es que me llevo muy bien con el silencio y el frío, aunque es verdad que en mi época de estudiante nunca faltaba la radio como ruido de fondo que me ayudaba a concentrarme.
Bueno, te dejo que estoy viendo unas extrañas luces por la ventana… Un abrazo!
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Hola, David. Me alegro de que te haya gustado el relato y con tu gratificante comentario todavía más, se ve que tienes buen oficio en este de animar a la gente a escribir. 🥂
Los miedos con el tiempo aprendemos a controlarlos, pero si vienen todos juntos ya no lo tenemos tan seguro y era eso lo que quería plasmar. Y el giro final con ese miedo desconocido que resultó ser tan inesperado como definitivo. Yo la radio nunca la apago y si me despierto por la noche prefiero sentirla. Lo de las luces deslumbrantes mejor escóndete y que pasen de largo 👽🖖🏼
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¡Qué bueno, JM!
Además lo leo al mediodía para no dejar todo al albur de la oscuridad.
Lo mismo no sirve de nada pero prefiero tener el tiempo suficiente para agotarme antes de que la noche me atrape y los ET utilicen mi cuerpo a su antojo.
Me ha sorprendido ese epílogo.
Abrazos
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Hola, Lola. Es lo que hay y que salga a la luz, para los que creemos, al menos nos servirá de aviso y advertencia.
En cuanto al epílogo, aquí no tenemos Área 51, pero sí secretos sótanos en varias residencias psiquiátricas donde acaban los pobres que después de haber sido abducidos no murieron. Así sirven de espécimen vivo a los también secretos investigadores, para pruebas que mejor ni te las imagines 👽🖖🏼
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Entonces sea como fuere somos carne de cañón.
Me das miedo JM más allá de tu relato.
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Vaya, Lola. Mal mes has escogido para tenerme miedo. Ya has visto el VadeReto que JA, para octubre, nos ha puesto. Esta semana tenemos Luna Llena, la que viene llega Halloween 🎃. Yo, que careta no tengo, como este payaso 🤡 el rostro me pintaré. 🖐🏻
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