De cotilla a reservado pasando por discreto


Todos somos cotillas, discretos o reservados según el momento o el estado de ánimo. Lo que nos define es cuando actuamos de una u otra forma. Según el nivel de confianza y distensión, las líneas imaginarias de cada estado se pueden cruzar o replegar. El tener la lengua húmeda ayuda a la locuacidad, sobre todo, si las copas están bien preparadas.

Lo normal es ser cotilla en temas públicos y recurrentes o de personajes populares, a veces más de la cuenta, e importarnos más las frivolidades que los hechos significativos. También nuestro entorno público es muy susceptible de la crítica y de los juicios de valor, la presunción de inocencia o conceder el beneficio de la duda, quedan fuera de juego.

La discreción suele ser nuestra forma de actuar en nuestra vida privada para evitar, precisamente, ser víctima de los cotilleos. Y más, por el que dirán, que por convencimiento de que es lo correcto y adecuado de una reputación digna.

En cuanto a la reserva, es nuestro límite de seguridad y protección no ya de nuestra vida privada sino de nuestra intimidad. Es lógico, aunque no haya ningún secreto inconfesable, el querer tener esa caja fuerte bien cerrada por vacía que se encuentre.

Por lo tanto, considerándonos normales, en nuestra vida pública tendemos al cotilleo, en privado solemos ser discretos y en nuestra intimidad reservados. Eso si , estando chispa, se nos suelta la lengua y bajamos un nivel; pero si estamos pedo, no hay problema, porque se nos trabará la lengua y, al margen, del ridículo y ser la comidilla de la fiesta, al día siguiente recobraremos el rumbo y la reputación de personas serias. 😛

 

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.