La última luz del Universo

El año no tiene importancia, abrir los ojos al Universo y ver como su última luz desaparece será, también, la última anotación de mi libro de bitácora. El capitulo final de mi viaje, el fin de los días, de los años, de los siglos, de… Durante generaciones y generaciones vimos como, los puntitos luminosos que llenaban el firmamento, se iban apagando uno a uno. También durante esos siglos y siglos hubo tiempo, de dispersar por el espacio a los centinelas, para localizar las estrellas más distantes que aun siguieran encendidas.

Las sorpresas eran muy habituales, a esas intergalacticas distancias, hasta los calculos más precisos parecian hechos torpemente, y al llegar las sondas, la luz ya no exitia o, en el mejor de los casos, acababa de agonizar. La inteligencia psiconeuronal de los centinelas creaba una red instantánea ente todos ellos,  pudiendo generar un mapa estelar, en tiempo real. Así, en el Planetario del Univeso, se podían ver los puntos luminosos que el firmamento nos ocultaba.

Aquí me encuentro, aproximandome al último punto de luz agonizante y cuando llegué la oscuridad ya será absoluta, como el frío y como la nada que lo envuelve todo. Me hago una pregunta retórica que suena a chiste: Quíen pondrá el epílogo a mi libro estelar? No me río, mi inteligencia psiconeuronal es un poco limitada para esas frivolidades, pero le pillo el sentido a las bromas y esta, posiblemente, sea la última de la historia del Universo.

Anotación 20173010114500.000 del centinela S/N 20013001