Soy, de aquello que quise ser, una sombra.
Nunca llegué, aunque siempre, allí, estuve.
La Vida, tarde o temprano, bien se cobra
las indecisiones y los errores, que yo tuve.

4 comentarios sobre “Micro XXIII

  1. Le has puesto palabras a una sensación que todos tenemos más de una vez. Tengo la duda de si interpreto correctamente el poema, si en realidad no es tan luminoso como a mí me parece, porque “Nunca llegué, aunque siempre, allí, estuve”, es el epitafio por el que desearía ser recordado y recordarme yo mismo, eso sí, siempre que antes de exhibirlo en mi columbario fuera consciente de que he estado en esos lugares, amor, felicidad, alegria, amistad, al menos de vez en cuando. Gracias y un saludo.

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