La tertulia de las diez: «El viejo cine»

Por mediación de El arca de las palabras del blog de Úrsula un nuevo relato para la ya conocida Tertulia de las diez.

---

La vieja sala de cine de mi barrio hacía bastantes años que estaba cerrada. Cuando eramos niños, en aquella época ir al cine los domingos era tradición, y luego algo más mayores también era costumbre faltar alguna tarde al instituto y pasarla viendo una sesión doble.

Curiosamente, a finales de este verano, empezaron las obras en el local y todos pensábamos que pondrían un supermercado. Que equivocados estábamos, justo cuando el invierno iba a tomar posesión de su estación, vimos con alegría que sería de nuevo un cine.

La nostalgia de tantas sesiones dominicales, de las tardes que nos corríamos la clase y hasta en su última época las sesiones de las diez ya como adultos, nos llenó la cabeza hasta que vimos en su rehabilitada entrada un gran cartel de próxima apertura.

Todos los del barrio hacíamos apuestas acerca de cuando se volvería a abrir esa sala que formo parte de nuestra niñez, juventud y hasta de madurez. La sorpresa fue mayúscula cuando en su cartelera vimos un programa doble precisamente para la tarde de Noche Buena.

Como no podía ser menos, esa víspera de Navidad, a las cuatro todos estábamos en la taquilla hablando de nuestros recuerdos de aquel cine. Media hora más tarde la sala estaba llena y todos expectantes guardamos silencio cuando las luces empezaron a apagarse.

Al volverse a encender la luz del patio de butacas, no hubo un Alma que no se levantara y aplaudiera. Habíamos vuelto a sentir algo que hacía mucho, muchísimo que echábamos de menos. Entre esos aplausos unos a otros nos decíamos que mañana volveríamos, sin falta, otra vez a nuestro viejo cine.

Después de esa sentida emoción nuestros espíritus fueron abandonando, en fila y ordenadamente, la sala de proyección. En este barrio, en el otro para quienes esto lean, los sueños también existen, son colectivos y como habéis leído se hacen realidad.

---