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FUERA DEL CONCURSO DE RELATOS, XXVIII Edición: LA GUERRA DE LOS MUNDOS de H.G. WELLS (X)


La niebla invasora

Estábamos ya en pleno otoño y sin acabar octubre ya empezaban los preparativos navideños por la ciudad. Colt y yo en nuestro paseo diario percibíamos ese ambiente previo a las fiestas de fin de año. En años anteriores este bullicio de gente, al menos, esperaba hasta finales de noviembre.

Bueno, si mis paisanos adelantaban sus compras de regalos, mi caniche y yo haríamos lo propio yendo a nuestra casita de la meseta. Con todos los pueblos abandonados que hay en tan basta llanura nos salió casi regalado comprar una pequeña cabaña en uno de esos fantasmagóricos lugares.

El viaje nos levaba casi tres horas y nuestra estancia allí aislados seria hasta después de las dichosas fiestas, así que teníamos que llevar comida y bebida para un par de meses. En caso de necesitar algo fresco u otra cosa, a unos ochenta kilómetros hay un centro comercial con todos los servicios.

Aprovechando el día de Todos los Santos, Colt de copiloto en su cesta y yo al volante, nos embarcamos rumbo a nuestra cabaña perdida de la mano de Dios, para estar solos como dos ermitaños. Al llegar todo seguía igual que desde nuestra última visita justo antes del verano; el abrasador calor estival no se compensa con la intimidad ofrecida.

Otro punto a tener en cuenta era que no había que pagar ni luz, ni agua, ni gas, o cualquier otro suministro, porque tampoco disponía de esos servicios. Esta falta de comodidades me obligaba a llenar con regularidad el deposito de agua y a alumbrarme con velas. Por suerte tenía un pozo cuyo agua, con algo de lejía añadida, me servía para todo menos beber o cocinar.

Colt y yo habíamos madrugado para llegar con tiempo a la cabaña y dejarlo todo preparado antes de la comida para poder disfrutar de nuestra primera tarde tranquila paseando; lejos del guirigay que ya teníamos en las calles de la ciudad.

Esa noche dormimos a pierna suelta, yo en mi camastro y mi compañero en su cesta. Al despertar ambos seguíamos perezosos para levantarnos, esperando que la claridad del día nos diera el empujón necesario. Pero ese momento no llegaba, era como si esa mañana no quisiera amanecer habiéndose mudado nuestro astro rey a otro sistema solar.

Miré el reloj y ya eran más de la nueve, llevando mis necesidades fisiológicas ya un buen rato avisándome. En cuanto me levanté Colt me siguió, era su costumbre cuando él también quería hacer su primer pis. Al abrir la puerta, para ir a nuestra particular letrina, vimos el porque de esa falta de claridad siendo ya casi las diez de la mañana.

Una auténtica niebla de cortar con cuchillo lo envolvía todo con una escalofriante humedad al contacto con la piel. Era una sensación de frialdad como yo nunca había sentido, mi compañero alternaba gruñidos con gemidos a esa espesura, como si en ella se ocultara un invisible ente. Palpando, literalmente la pared, llegamos al cobertizo adosado de aperos que ahora hacía las veces de baño, lavadero y pequeño almacén.

Otra de las comodidades de mi cabaña es que está al pie de una colina y la cobertura radioeléctrica es nula. Haría falta subir a la loma, pero en estas condiciones de visibilidad casi nula seria una completa temeridad. Además la niebla, seguramente en unas horas, se iría dispersando.

Esa era mi teoría basada en las otras ocasiones que allí mismo tuvimos ese mismo fenómeno climático; solo que, aquellas nieblas, ni eran tan espesas ni tan húmedas. Colt se pasó el día acostado como si fuera un gato perezoso. Y yo aproveché para leer hasta que la vista me dijo basta..

Aquella noche nos acostamos pronto, el sentirse confinado hace que los días parezcan el doble de largos, esperando que por la mañana, hiciera como hiciera, pudiéramos salir a pasear. Con ese sueño de esperanza creo que ambos nos acabamos durmiendo, pero la noche se hizo aún más larga al pasarla en un duerme vela constante.

La niebla había afectado también a nuestro ánimo y, cuando no era yo el que se despertaba sin motivo aparente, oía a Colt gimoteando como si tuviese pesadillas. A ratos una breve cabezada y el resto despierto con los ojos cerrados. Así fue nuestra segunda noche en la cabaña a la que fuimos para alejarnos del estrés urbano.

Por la mañana, mas cansados que la noche anterior, la niebla me parecía todavía más espesa. Ese día fue cuando yo también empecé a pensar que habíamos sido invadidos pon un invisible ente. Colt, desde su cesta, me miraba asustado como secundando mi opinión y eso que le suele gustar más llevarme la contraria.

Al menos esa noche, aunque solo fuera por el cansancio acumulado, dormimos. En mi caso con pesadillas sobre la dichosa niebla que me envolvía como un manto frío, la humedad de la misma me entraba por los poros y se mezclaba por mi riego sanguíneo, finalmente todo se volvía oscuro como si me hubieran apagado.

Colt y yo nos despertamos al tiempo, nos miramos como para confirmar que todo estaba correcto y, después de desayunar apresurados, empacamos para volver a la ciudad. Ahora teníamos la necesidad del bullicio, el mismo del que nos habíamos escapado, porque ahora somos parte de la colmena. Y necesitamos la proximidad, para controlar mejor al humano o animal del que somos su huésped.



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La imaginación nos brinda todo aquello la vida nos pueda negar y más...

12 comentarios sobre “FUERA DEL CONCURSO DE RELATOS, XXVIII Edición: LA GUERRA DE LOS MUNDOS de H.G. WELLS (X)

    1. Hola, Malen. Aquí quien se ha metido dentro son entes sin cuerpo físico que necesitan de uno para asentarse. El control que tienen no se si será total, pero los hábitos a nuestros dos protagonistas de raíz se los han cambiado.
      Gracias por pasar y comentar 👻🖖🏼

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  1. ¡Hola, JM! Y para terminar la maratón alien una historia que nos lleva a esos invasores de cuerpos o esa niebla incomprensible. Un relato que enlaza con dos de los miedos más potentes de nuestra sociedad: el derrumbe de nuestra civilización, con una involución hacia épocas menos cómodas, y la pérdida de nuestra individualidad, el tesoro más preciado con el que contamos. Fantástico cierre de esta decuplología! Un abrazo

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    1. Hola, David. No podía dejar escapar la ocasión como dices no usar el recurso de los invasores de cuerpos. Seguro que quedan mas cartas en la baraja pero con diez más el del concurso creo que ha sido una mano completa y te agradezco la nueva regla del off concurso. Hoy siendo Halloween hubiera quedado mejor de colofón el micro de los niños marcianos, pero mi imaginación pasa de de fechas y cuando surge o lo escribo o se marcha tal como me vino.
      Seguramente, con otro tema ande seco, pero con Mr. HG me de desquitado a gusto. Gracias por la oportunidad y tú paciencia a a hora de leerme. 👽🖖🏼

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  2. Pues sí que llevaba razón el humano. Algo pasaba hasta que los entes de la niebla se apoderaron de ellos. Y lo pones así, como si no pasara nada, con tanta sutileza que casi no te das cuenta al leerlo. Mira que la niebla me gusta pero cuando es tan espesa y oscura hay que andarse con ojo que no sabes lo que esconde.
    Te felicito por el relato. No pasa nada por estar fuera de concurso. Bien merece la pena.
    Feliz domingo.
    Besos.

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    1. Hola, Maga. Me alegro de tu visita y por supuesto con el comentario. La idea de la niebla, cuando es tan húmeda y espesa, que no ves literalmente la mano por delante si que resulta inquietante, así que en ella se oculten entes a la caza de huespedes para asentarse no me resulta del todo descartable, más bien como he dicho inquietante.
      Este mes por la temática he hecho diez aportes además del que concursa y tengo que reconocer que es todo una marca, para que luego eche pestes de la imaginación cuando se fuga con la Musa y me dejan igual que un peregrino en medio de un desierto mental sin oasis alguno. Tiempos de mucho y otros de nada.
      Me alegro de que te haya gustado gracias de nuevo por tu visita en día tan señalado para paganos (Samhain) y americanos (Halloween) 😁🖖🏼

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      1. En mi tierra, noche de almas o almetas. Cuando vinieron los de halloween aquí ya teníamos las calabazas patentadas :-9
        Yo igual, este fin de semana muy prolífica, ya iremos viendo. ¿Cómo es eso? ,¿días de mucho, vísperas de nada?
        Besos. Nos vamos leyendo.

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        1. Los americanos hacen la publicidad apropiándose de lo que ya existía. Como yo suelo decir: habiendo filetes rusos que se quite cualquier hamburguesa 😁
          Aprovechemos la inspiración que bien la conocemos por lo caprichosa que ella es.
          Saludos y nos leemos 🎃🖐🏼

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  3. Y llegaste al décimo más uno (el llamado cero u oficioso).
    👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
    La verdad es que lo que has hecho, JM, es una maravilla.
    Has versionado un relato propio dándole distintas formas e intenciones, pero sin modificar el núcleo temático. Cada uno relata una buenísima historia y, entre todos, una serie ideal para debatir, pensar y divertirse con el género.
    Supongo que te faltarán muchas más formas de invasión alienígena, tu imaginación es desbordante, pero todas las que has presentado son ingeniosas, posibles y gustosas de leer.
    Esta última tiene un deleite especial para mí, porque me recuerda una película que llevo en mi mente y que no me atrevo a volver a ver por no desvirtuar su imagen: «La invasión de los ultracuerpos» (Invasion of the Body Snatchers). La escena final, con Donald Sutherland abriendo la boca, la llevo grabada en mi memoria cinéfila. Algún día me atreveré a revisionarla.
    Enhorabuena, amigo, te merece triple ración espumosa (más no, que nubla la escritura 😅😅😅)
    Un abrazo 🍻🍻🍻🍻🍻🍻

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    1. Hola, JA. Sí que llegué y así me he quedado este mes, más seco que un bocadillo de tizas. Espero ir cogiendo ritmo esta semana que va a empezar el toro del tiempo me empezará a soplar en la nuca; porque no he hecho, salvo sentarme en este banco, nada más. 😂😂
      Sí que le has pillado la intención a esta última invasión con los ladrones de cuerpos, en este caso saliendo de una densa niebla. De la película yo creo que he visto las tres versiones, la antigua, la que tu mencionas que a mi también me pareció impactante eso de no poder dormir para no ser poseído. Y la última que es más bien remake de esta segunda.
      Con tanto despliegue neuronal ahora estoy con las justas para comer e ir al servicio sin montar un cisco. Lo mismo que una resaca pero encima sin haber bebido siquiera 😂😂
      Espero no dejar para la última semana todo y nos leamos primero, de mientras unas rondas más que paga la casa: 🍻🍻🍻🍻🍻😁🖐🏼

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      1. Ná, un buen cervezón, grande, espumoso y helado, unas aceitunitas rellenas, y su tapita de jamón o queso y te entra la imaginación, la inspiración y hasta la generación (espontánea). 😂😂😂
        Yo ando como tú, seco ante la página en blanco, aunque tenga en la cabeza más ideas que bricomanía.
        El VadeReto de este mes lo tengo ya escrito, pero en barbecho y con más dudas que un novio en espera. Si no me sale otra cosa irá palante, aunque necesitará doscientas correcciones, como todos. Es una cosa agridulce y … 🤷🏻‍♂️
        Te mando midichina 🍻🍻🍻🍻🍻

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        1. Hola, mi caso es parecido, mucha idea fugaz pero sin consistencia para dar cuerpo a una historia. Prefiero agotar algo más de tiempo y luego sobornar a la Improvisación que es la que me saca de apuros en estas situaciones.
          Tengo pendientes un montón de visitas y a tí seguro que mas de una, pero mejor tarde que pasar de largo y eso lo que haré. A la Disciplina la mandé a pasea hace tiempo y no la echo de menos.
          Para mi también es lo peor, eso de revisar y corregir, aunque la historia vaya sola a la siguiente lectura saltan los gazapos más que las ranas.
          Te tomo la palabra y te invito a las siguientes rondas 🍻🍻🍻🍻🍻

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