Por mediación de El arca de las palabras del blog de Úrsula un nuevo relato para la ya conocida Tertulia de las diez.
¿Quién no ha deseado alguna vez, al ir a dormir, despertarse en un mundo paralelo donde la realidad haya cambiado y los problemas del día anterior no existieran?
Dicen que hay que tener cuidado con lo que se desea y, en esta ocasión, día si, día también, parece que acertaron de pleno.
John, su verdadero nombre no viene al caso, era un privilegiado de su tiempo. Siempre le gustó la física y, por ello, no tuvo problema alguno para sacar su doctorado y un ramillete de masters afines. Con semejante currículum tampoco encontró competencia para entrar a trabajar en el Centro de Investigación Física.
Su trabajo era su vida laboral y su ocio, siempre desarrollaba los proyectos, en las horas libres, como un desafió. No le costó mucho fabricarse prototipo de despertador atómico que controlará sus seis horas de sueño y le estimularía a superar, con el subconsciente, las barreras que encontraba, en las complicadas ecuaciones, de sus investigaciones.
Fue un éxito su reloj del sueño, cada mañana se despertaba con una variante o un paso más en la memoria, que rápidamente aplicaba a su proyecto para seguir adelante. De lo que no se percató, es que cada día había un pequeño matiz cotidiano muy sutilmente diferente.
Así, sin darse cuenta John, cada mañana se despertaba en una nueva realidad distrópica de la anterior, al igual que si haces la fotocopia de una fotocopia sucesivamente. Al cabo de unos meses, su realidad no tenia nada que ver con la del primer día, que uso su despertador atómico.
La locura se puede manifestar de diversas maneras en el cerebro, posiblemente, la más terrible es aquella en la que sabes que todo es un espejismo de la realidad y que, en cada despertar, te espera la siguiente fotocopia degradada.
Entiendo que este relato podría tener muchas lecturas porque está plagado de buenos matices, pero yo me quedo con la reflexión final porque me viene a la cabeza un caso cercano.
Muy muy bueno, J
¡Gracias!
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Gracias a ti U, pues si, al igual que el protagonista cada mañana, puede tener diversas lecturas y que la imaginación disfrute con ellas.
Me alegro que te haya gustado, además, es de los tuyos de la tertulia de las diez 😊🖐
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Me gusta su esencia y, cómo no, también el hecho de que nutres la tertulia. Gracias de nuevo
Buen día
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Pues si U, es buena fuente de inspiración 😊🖒
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Buena reflexión final, al fin y al cabo, uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde y echa la vista atrás.
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Hay que tener cuidado sí.
Gracias por comentar 😀🖐️
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Me ha gustado mucho. Ummm, parece cada vez más interesante esto de la Tertulia de las diez.
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Gracias y por pasar y comentar también 🙂
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Me ha molado👌
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Gracias Marina y me alegro que te haya gustado, con ese final, un poco, inquietante 🙂
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Un relato muy chulo. Estaría muy bien despertarse y que tus problemas hubieran desaparecido y fueran una pesadilla, pero también se aprende de ellos
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Gracias por pasarte y comentar. Sí, pretender hacer desaparecer los problemas tiene sus cosecuencias y mejor un borrón que volver de cero y haber perdido las cosas buenas también de paso.
Como dices, mejor aprender.
Saludos 🖐️
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Exacto mejor aprender y seguir adelante creciendo
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👍👍
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