He sido bastante fiel en mis relaciones románticas lo largo de mi existencia. Con la Esperanza he convivido, prácticamente, toda la vida. Hemos pasado de todo y nunca tuvimos, mientras duró, ni una palabra de reproche o mal gesto. Un día, sin más, y de mutuo acuerdo nos despedimos, no hubo rencores ni insultos, sólo un adiós para siempre.

He dicho que era fiel y tengo que reconocer que tuve una amante casual, de una noche, pero siempre la misma. Se llamaba Pasión y, a pesar de nuestros fugaces citas, llegamos a ser buenos amigos. Con el tiempo nos fuimos viendo menos y yo creo que, cuando me mude de casa hace unos años, no debió tomar bien mis señas, porque no la he vuelto a ver aunque tampoco la echo mucho de menos.

Al romper con Esperanza empezé a salir con la Paciencia, con esta empezó bien la cosa hasta que me llevó por la calle de la amargura. Para ella todos los días era un espera a mañana, no tengas prisa, todo llegará. Lo único que llegaba y pasaban de largo eran los días. Precisamente, perdí a esta mujer, por su frialdad. La Paciencia y yo, finalmente, rompimos nuestra relación; y no, muy cordialmente, por mi parte..

Al final estoy saliendo con la chica, ahora mujer, de toda mi vida. Esa que siempre estuvo a mi lado y yo ignoraba por pretencioso y engreido. Ella si que me ha sido siempre fiel, a pesar de mis desdénes, tan cercana e ignorada por mí. Ahora lo veo claro y se que ella nunca me abandonará, justo es que, después de mis anteriores devaneos, la corresponda de igual manera. Bienvenida Soledad no te volveré a hacer de menos.

Feliz año Nuevo a tod@s, sol@s, acompañad@s, no saben, o no contestan 🍷🍷🍾☺👍

14 comentarios sobre “Diario de un percebe (soso): Mis memorias «Las mujeres de mi vida»

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