A primera vista, tanto nuestras prioridades como las obligaciones que tenemos, viajan con nosotros en la misma maleta. Bueno, las primeras nos las debemos consensuar nosotros con nuestra actitud; y la segundas, generalmente, nos vienen impuestas y nos cuestan dinero.
Básicamente, las prioridades van en nuestra maleta personal, nuestras cosas íntimas, el neceser de nuestra conciencia y las mudas de nuestro comportamiento. No necesitamos mucho y al ser, algunas de ellas, cosas que no se pueden buscar ni comprar deberemos esperar a encontrarlas; para estos inestimables objetos, siempre, hay hueco en nuestro equipaje 😉
Por su parte, las obligaciones, van en el gran baúl de todo lo material que la sociedad nos impone como tal. Estas son lastradas por el consumismo y la apariencia, obligados a portarlas diariamente cual bandolera. Todo ello, por supuesto, con su visado e impuesto correspondiente; Claro, tiene su lógica: Si las obligaciones fueran gratis quien las cumpliría?
Si tenemos la suerte de una posición económica, justito por encima (no nos hace falta más), de lo que el fisco y el consumismo nos impone para vivir, podremos dedicarnos a establecer nuestras verdaderas necesidades para darles la prioridad adecuada; Y nuestro Viaje nos permitirá visitar la Vida como es debido.
Buena reflexión
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Gracias Armenia.
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