A unos escasos quinientos metros de mi casa hay un pequeño parque, ventajas de no vivir en el mismo centro de la ciudad, es un jardín con sólo dos bancos enfrentados y custodiado por cuatro frondosos árboles. Literalmente es un oasis urbano que nos sirve de parada, a los vecinos con mascota, cuando salimos al paseo diario.
Así he hecho yo con Dan, mi perro de aguas, durante los últimos doce años. El, como buen perro, me esperaba en casa mientras yo estaba en la oficina; ni un ladrido de desaprobación, si yo me entretenía y llegaba más tarde, el trato tácito era ir todas las noches al parque, dejarle corretear un rato entre los cuatro árboles y vuelta a casa.
La fidelidad de Dan fue hasta su último día de compañía. Con él, ya mayor, tardábamos algo más en recorrer el medio kilómetro escaso hasta su oasis, pero ni un sólo día nos fallamos. Así, con la luna en menguante, hicimos su último viaje. Dan esa noche apenas tuvo fuerzas para llegar, me miro nada más sentarme en el banco y se dejo, muy despacio, acostar para echar su sueño eterno.
He seguido haciendo mismo recorrido todas las noches, y cada vez que me he sentado en el banco he notado la presencia, en forma de sombra, de Dan a mi lado; como todos los días, en la última docena de años, que estuvimos juntos. Han pasado cuatro semanas y la luna vuelve a estar igual de menguante, ya estoy sentado viendo a mi perro; Y ahí, justo a su lado, otra sombra mucho mayor; la mía, yo también, le quise ser fiel hasta mi último día.
Te prometo que me he emocionado leyendo esto… es algo que solo puede llegar a entender una persona que ama a los animales.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Muchas gracias Doncella de la Ola
Me gustaLe gusta a 2 personas
Que bonito!!!😭😭😭😭😭Por que se tuvo que ir?!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
No pasa nada, están los dos juntos para siempre, fidelidad eterna.
Me gustaMe gusta
Herrrrrmoso!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Morsichan
Me gustaMe gusta
De nada
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me recurda a mi perrito Yaco que se murio, y mira que has estado toda mi vida a mi lado
Me gustaLe gusta a 1 persona
Qué duro el final…duro pero bonito. Lo que una amistad puede llegar a dar de sí. ¡Precioso relato!
¡Ojalá tuviera perro…!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Duro? Estar juntos en vida y después para siempre. Me parece una perspectiva estimulante. Un reconocimiento a la fidelidad canina.
Muchas gracias SrShan y ya coincidiremos en el parque con nuestros fieles amigos, un saludo 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me encantó el relato, recordé la última bienvenida que dio mi perrito cuando niña. Me has dejado fría en el final, conmovida hasta las lágrimas, pero fría.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, sobre gustos… a mí sí me gusta esa relación con esa fidelidad reciproca, hasta el último día de cada uno, y continuarla en el más allá.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sí, es una idea bastante conmovedora, romántica inclusive, y quien mejor que nuestros compañeros de vida, nuestras mascotas, para demostrar ese amor fiel.
Me gustaLe gusta a 1 persona
En este caso es un perro pero puede ser el compañero o la companera, que está en casa y espera al otro para ese paseo juntos diario como recompensa mutua de su convivencia juntos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
O un amor fiel e incondicional como la familia, los padres, o las amistades de años dispuestas a compartir risas y enfados, a estar siempre.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jobar qué bonito relato! Qué sentimientos y emociones tan bien relatados 👏🏻
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias 🙂
Me gustaMe gusta
Yo también me he emocionado.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Joaquín, su fidelidad merece ser pagada en la misma moneda.
Me gustaMe gusta
A ver JM como te lo explico…. Es la una menos cinco, estoy en la oficina, poco trabajo, en estas fechas se paraliza la actividad económica, me pongo a leer este post y…. estoy llorando, espero que no entre mi jefe, a ver que le digo, lo de que tengo algo en el ojo, no cuela. Bello relato, fiel sentimiento de lo que sentimos los que disfrutamos del amor incondicional de un perro. El mío “Sir Nico” como le llamaba una de mis hijas (el Ferrari de los perros) siempre va conmigo. Sigue ahí, aunque no esté.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Veo que sigues con la hora de verano, yo tampoco se la he cambiado al reloj, que les den. A mi me pasa al revés, tengo cierre, y para no agobiarme hago pequeñas pausas es una idea del Percebe que pongo en práctica y funciona.
Si entra el jefe no disimules la llorera y dile que te duele la espalda, a ver si te deja salir un poco antes al no haber faena 🖐️🎅👍
Me gustaLe gusta a 1 persona
Las ganas que tengo de salir de trabajar, he querido poner que son las doce menos cinco. Ya me vale, no acierto ni con la hora 🤣
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo sigo con la hora de verano en el reloj 😁🖐️
Me gustaLe gusta a 1 persona
Supongo que Dan fue real, es realmente triste, el mío era Duke, ya pondré alguna foto en Facebook para que le veas.
Como dices siempre fiel amigo, no ladraba nunca, obediente y muy cariñoso, como supongo que sería tu Dan.
Me ha dolido mucho ver la reacción de mi marido, él no suele expresar mucho sus emociones y ha estado una semana que no paraba de llorar.
Duke no murió de viejito, lo atropelló una loca que va por mi calle que es cortada y cada día entra y sale de un garaje como si fuera de rally.
Una pena JM.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Esta fue una historia hacia la fidelidad de los perros que dura hasta su último día. Yo de momento no puedo tener perro para que no esté solo por el día.
Lo tuyo o lo vuestro, a parte de por reciente, es doloroso en la forma tan cruda e inesperada que se ha producido.
Hay quienes rápidamente los comparan con las personas para hacerlos de menos pero ya quisieran muchas personas comportarse como lo hacen ellos.
Una pena Ivonne.
Me gustaLe gusta a 1 persona
😔🙋🏼♀️
Me gustaLe gusta a 1 persona